Saturday, December 11, 2010

Tiempos de Esperanza


Rolando Castañeda y Lorenzo Cañizares*

En el ensayo ¿Tiempos de Esperanza?, presentado en la última reunión de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE por sus siglas en inglés) en Miami el pasado 29 de julio, el activista de derechos humanos Oscar Espinosa Chepe hizo un planteamiento intrépido y diferente.

Oscar, quien hoy 29 de noviembre cumplió 70 años, considera que ha llegado el momento de construir un frente de todos quienes deseamos lo mejor para Cuba y, por lo tanto, aspiramos a vivir en un país sin exclusiones y reconciliado, unido por encima de las legítimas diferencias políticas. En este tema nosotros vemos las inmensas posibilidades que tiene nuestra patria si todos sus hijos son invitados a participar en la reconstrucción económica de la nación que todos entendemos como un factor esencial para nuestro progreso y modernización.

Simultáneamente en su ensayo Oscar hace un convincente y enérgico caso por la inmediata liberación de todos los presos de conciencia, así como por las reformas críticas para superar los amplios y profundos problemas socioeconómicos que afectan al país.

En la llamada "primavera negra" del 2003, el gobierno cubano condenó sumariamente, entre otros luchadores de conciencia, a 49 activistas del Proyecto Varela entre los que se encontraba Oscar Espinosa. Esos activistas, con base en la legislación vigente, hicieron una propuesta de modestas reformas para realizar algunos cambios económicos básicos similares a los anunciados el 1ro. de agosto del 2010 por el presidente Raúl Castro para enfrentar los desafíos económicos existentes y que actualmente se están implementando. Concretamente el proyecto Varela propuso, entre otros, la liberalización de la pequeña empresa y que ésta pueda contratar trabajadores asalariados. Si bien los activistas están siendo excarcelados, en general son desterrados de inmediato en vez de ser reivindicados por su precursora y oportuna iniciativa. En la búsqueda del camino del progreso económico cada lado tiene que hacer un esfuerzo mayor por buscar un camino común, esto solamente se podrá llevar a cabo a través de sentar las bases para elevar la confianza existente entre el gobierno cubano y la oposición.

Oscar es un prolífico y muy dedicado economista que suele escribir un ensayo semanal analizando críticamente la situación socioeconómica cubana, las políticas públicas, así como proponiendo acciones concretas, pragmáticas y realistas, para resolver los amplios y profundos problemas existentes. Muchos de nuestros artículos han citado el excelente trabajo de Espinosa Chepe por su seriedad y su infatigable preocupación por la verdad.

Además de ser uno de los presos de conciencia de la Primavera Negra por apoyar el Proyecto Varela, Oscar firmó la Carta de los 74, es opositor del embargo y defensor de una transición gradual y pacífica. Esperamos que se entienda que cuando hablamos de transición no estamos hablando de un cambio de gobierno sino una transformación que añada como participantes en el futuro de nuestra patria a todos esos que entienden que nuestro bienestar como pueblo cubano está basado en el trabajo conjunto donde todas las contribuciones sean todas apreciadas, aunque sean después descartadas.

*Rolando Castañeda es economista cubano-americano. Funcionario retirado del Banco Interamericano del Desarrollo. Reside en Washington, D.C.
Lorenzo Cañizares es sindicalista cubano-americano. Especialista de Organización para la Pennsylvania State Education Association. Reside en Harrisburg, PA.

Friday, October 29, 2010

Wednesday, September 29, 2010

También se cometen errores por falta de acción
Por Rolando Castaneda y Lorenzo Canizares

El general Raúl Castro cumplió 4 años al frente de Cuba el pasado 26 de julio, un periodo presidencial completo en la mayoría de los países.

En ese periodo Raúl Castro se ha destacado por exponer los profundos y amplios problemas estructurales y de conceptos que afectan fundamentalmente al país y comentar sobre las medidas requeridas para enfrentarlos sin adoptar las medidas concretas correspondientes. Raúl ha hecho su meta modernizar el sistema estilo soviético que impera hoy en Cuba y está haciendo lo posible porque este cambio sea internalizado por la prensa y el público cubano.

Entre los problemas analizados por Raúl Castro están: el 50% de las tierras agrícolas están ociosas y cubiertas de marabú, mientras el país importa el 85% de los alimentos que consume. La zafra azucarera del 2010 fue la menor en un siglo. Hay un empleo superfluo, o desempleo disfrazado, de más de 1.3 millones de trabajadores, o sea, de más del 26% de la fuerza laboral. El ingreso de los trabajadores y de los jubilados es insuficiente para cubrir sus necesidades básicas. Además, como ha descrito y analizado el académico Pavel Vidal, Cuba experimenta una amplia y profunda crisis cambiaria/financiera, de liquidez y de solvencia, la que se auto infligió por la forma errónea en que abandonó la dolarización en 2004, y que será difícil de superar por las vulnerabilidades sistémicas y amplias externalidades negativas que desarrolló.

Es difícil entender por qué en un país con un poder tan centralizado y vertical y donde la autoridad formal está tan convencida de la urgente necesidad de realizar cambios imprescindibles se requiera más tiempo para analizar y adoptar las medidas concretas o que las que se adopten sean sólo pequeños ajustes.

En el periodo de referencia dichos problemas se han agravado, entre otros, por los efectos de los huracanes que azotaron al país en 2008, la recesión mundial del 2008-2009 y la estanflación que está afectando a Venezuela desde 2009 y que le impide aumentar su apoyo a Cuba y determinará su inexorable reducción.

La dificultad debe radicar en quien detenta realmente el poder en última instancia no está convencido que los cambios se necesiten y, por ello, rehúsa implantarlos o incluso se opone a ellos.

Esta inacción acentúa la frustración de la población que ha experimentado periodos efectivos de recuperación (1980-1985 y 1994-2003) cuando se adoptaron reformas o medidas liberalizadoras para mejorar situaciones de deterioro.

Asimismo, la inacción debe ser particularmente molesta para los académicos y cuadros administrativos que han dedicado tanto tiempo y esfuerzos a analizar y elaborar los cambios.

La inacción hace que la crisis existente se agrave y que, en el futuro, se requieran acciones más amplias y profundas para superarla. O sea, mientras más se prolongue, amplíe y profundice la crisis, mayor será la imperiosa necesidad de los acciones correctivas y más contundente será la derrota y el legado negativo del inmovilismo.

Es realmente demencial para calificarlo suavemente concentrar la preocupación de los cubanos en una posible guerra nuclear en Irán y que a la vez se olviden de la problemática de su dura subsistencia cotidiana. Esto no es indicación de seriedad.

Como hemos dicho anteriormente, la nación cubana está en un posible despegue económico si se le permite oportunidad de hacerlo. Hace unos días la prensa mundial hablo de los pormenores que está teniendo Brasil en su desarrollo económico por la falta educacional de su pueblo, eso no le ocurrirá a Cuba. Dejémosle despegar!

Rolando Castaneda es un oficial retirado del Banco Interamericano del Desarrollo. Reside en Washington, D.C.

Lorenzo Canizares es un organizador laboral para la Pennsylvania State Education Association. Reside en Harrisburg, PA

Tuesday, August 24, 2010

Se acerca la Encrucijada


Por Lorenzo Cañizares y Rolando Castañeda

Nuestro querido amigo y compañero Ariel Hidalgo señaló en uno de sus últimos escritos que nos encontramos más cerca que nunca del triunfo de los más altos ideales del pueblo cubano y en particular de los trabajadores. Estamos en una segunda etapa del proceso revolucionario, o lo que podría considerarse como una “segunda revolución”, porque implica cambios transcendentales. Pero, también dice Ariel, que nos encontramos al borde del abismo, a punto de perder todo lo que se ha avanzado, pues si no se toman las medidas apropiadas urgentes que requiere la crítica situación presente, el sistema puede implosionar y conducir a un capitalismo salvaje como Cuba nunca ha enfrentado. Estamos completamente de acuerdo con Ariel en esta apreciación.

Raúl Castro dijo hace unas cuantas semanas atrás que se van a flexibilizar los controles a los negocios pequeños, dejar cesante a trabajadores superfluos y permitir que se desarrollen negocios por cuenta propia. Aseguró que habrá mejoras en el turismo, la producción petrolera y en las exportaciones. También que la deuda externa está siendo renegociada con los acreedores internacionales a los cuales Cuba les debe entre 600 millones y mil millones de dólares.

No se puede negar que el proceso ha comenzado, pero es muy lento. También hay que reconocer que el proceso político ha dado señales de avance. Un número de prisioneros de conciencia se han puesto en libertad, aunque han sido forzados al destierro. Todos estos pasos para Cuba son de envergadura considerando que el Estado lo controla todo.

Varios de los presos políticos liberados y desterrados fueron condenados por apoyar las reformas del Proyecto Varela. Entre ellas la liberalización de la pequeña empresa y que pueda contratar trabajadores.

Casi todo el mundo en Cuba trabaja para el estado. El desempleo oficial es minúsculo, pero la paga es tan mala que los cubanos se burlan diciendo que el Estado finge pagarles y ellos fingen trabajar. Sin embargo, desgraciadamente, lo que propone Raúl no se puede tomar con certeza. Fidel Castro todavía ejerce no sólo un gran poder sino el mayor poder en la isla. Todo cambio de mayor envergadura en Cuba se tiene que dar a través de un Congreso del Partido Comunista de Cuba del cual Fidel es su líder máximo.

Desde finales del 2009 se viene hablando de la necesidad de un Congreso. Pero obviamente por las diferencias que existen no se ha podido celebrar. Dice el líder oposicionista Vladimiro Roca que el año pasado había expectativas que se celebrara el Congreso ya que se esperaba que Fidel no sobrepasara su enfermedad. Pero al suceder la recuperación de Fidel se ha desarrollado una lucha enconada por el control ideológico del proceso revolucionario. Fidel considera que si Raúl gana esta contienda, un cambio "a la China" borraría su legado histórico. Un legado en el cual se deben reconocer logros educacionales y sociales que la revolución cubana ha podido cimentar. Por ejemplo, Cuba, hoy en día, tiene la mayor proporción de médicos por habitante en el mundo y continua produciendo médicos a gran escala, actualmente hay 200,000 personas estudiando medicina en Cuba y de ellos 24,000 son extranjeros, muchos de los Estados Unidos. También profesores cubanos enseñan a 25,000 personas fuera de Cuba. Esta contribución sólo los cegados ideológicamente son incapaces de reconocer.

¿Como salirnos del atolladero económico? Dentro de la isla y afuera estamos siendo obstaculizados de llevar adelante un programa de unidad que reconozca las posibles contribuciones de cada lado. No hemos podido llevar a cabo una verdadera discusión porque estamos dentro de una camisa de fuerza que no nos permite desarrollar ideas innovadoras.

En el pasado le hemos dedicado mucho espacio a la lucha contra la estrechez del pensamiento político de un segmento del exilio cubano, pero leyendo los escritos de Pedro Campos y muchos otros en kaosenlared, nos cercioramos de que estas discusiones contra la estrechez del pensamiento político son tan fuertes dentro de Cuba como fuera. La izquierda le llama a esta intransigencia, “sectarismo”. Campos le recuerda a esa intransigencia los daños que su forma de pensar le ha causado al movimiento de izquierda en la América Latina en las últimas tres o cuatros décadas.

El sectarismo, de izquierda o derecha, fecunda luchas fratricidas.

La nación pide un esfuerzo común que nos lleve al desarrollo económico que la nación cubana require y se merece. Este esfuerzo está encaminado a proveer un desarrollo económico racional y pragmático basado en las realidades y las experiencias disponibles.

Como hemos dicho anteriormente en nuestro último artículo “Aprendiendo Lecciones”, la excusa del embargo ya está perdiendo su lustre. Mantenerse estáticamente pensando que el patriotismo del pueblo cubano le va a salvar las castañas del fuego a un proceso inmóvil e ineficaz es correr un riesgo de mayor envergadura.

Raúl Castro, dice Pedro Campos, no por gusto ha hablado sobre un partido más democrático, diversificado y con dirección colectiva. Esto, si se hace realidad, pronto podrá ser el comenzo del amanecer de una Nueva Cuba que resuelva positivamente la encrucijada que se nos viene encima.

Saturday, July 24, 2010

Aprendiendo Lecciones

Por Lorenzo Cañizares y Rolando Castañeda*
Después de la severa censura internacional recibida por el gobierno cubano por la inmolación de Orlando Zapata Tamayo, la casi inmolación de Guillermo Fariñas creó gran tensión en La Habana y el gobierno cubano se vio obligado a ceder a las demandas de Fariñas de liberar a la mayoría de los presos políticos del grupo de los 75, muchos de ellos enfermos. Por consiguiente, Fariñas terminó su huelga de hambre.

Una de las lecciones que el gobierno cubano debe aprender, el tiempo dirá si lo ha hecho o no, es que la excusa del embargo ya no es tan aceptada ni creíble como lo era antes. Hoy día EEUU es el quinto socio comercial de Cuba, el principal proveedor de remesas y el segundo de visitantes a la isla. Muchos que consistentemente han estado opuestos o denunciado al embargo rechazan al embargo como un pretexto para reprimir al pueblo cubano. Por ejemplo, Kerrie Howard, Subdirector de la Sección de las Américas de Amnistía Internacional, lo expresa claramente “No hay duda que el embargo ha tenido un efecto negativo sobre Cuba, pero francamente el embargo es una pobre excusa para continuar violando los derechos humanos del pueblo cubano”.

Otra lección es que el gobierno cubano deberá tomar iniciativas para hacer lo correcto como liberar a los prisioneros de conciencia y permitir las manifestaciones de sus familiares por conseguir mejores condiciones para ellos y no hacerlo por reacción a presiones externas.

Según señaló Elizardo Sánchez, Director de la Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDH), una organización no-gubernamental en la isla, había 201 prisioneros políticos en Cuba al comienzo del 2010. Hoy día hay menos. La presión internacional ha desempeñado un papel muy importante en ello. Pero según advierte Sánchez esto refleja también un cambio en cómo se aplica la represión. La CCDH ha informado los casos de 800 personas que han sido arrestadas este año y después de alterarles sus vidas son enviadas a sus casas sin ningún cargo. Una compilación de estos abusos se puede ver en el portal electrónico de PayoLibre.org.

Aparentemente las lecciones de la crisis económica otra vez más se han puesto sobre la mesa para tal vez aprender finalmente de ellas. Se han realizado cambios modestos en la agricultura y en las actividades independientes permitidas como peluquerías. Aunque diferente al tema de los presos s políticos, porque nadie se inmola para liberalizar la economía, los académicos cubanos han continuado insistiendo en la imperiosa necesidad de tomar medidas para superar la crisis, particularmente cuando Venezuela ha entrado en un proceso de estanflación.

También Heinz Dieterich, el connotado ideólogo del Socialismo del Siglo XXI, considera que la grave crisis económica cubana, es causada, por un lado, por factores externos y, por otro, por serios errores internos de política económica e institucional, entre otros, en la agricultura y la política de precios. Asimismo recomienda que el gobierno debe presentar las reformas estructurales en las relaciones de producción -- el problema económico fundamental del país -- y en la superestructura política (participación), que son necesarias para superar la crisis.

Además, la iglesia católica está abogando y haciendo todo lo posible por crear un ambiente propicio hacia la distensión económica. Para progresar en este camino la iglesia debe hacer hincapié en que las autoridades aseguren y protejan la libertad de expresión y que las decisiones de los juzgados no se basen en lo que el gobierno decida de antemano. Sin un clima propicio y un sistema legal imparcial y confiable el despegue económico será bien limitado.

La iglesia católica está desempeñando un papel que consideramos positivo como mediador con el gobierno cubano. Pero también la iglesia aprovechando esta condición debe precisar el alcance y la urgencia de sus propuestas. Por su condición pastoral y por su longevidad institucional, la iglesia suele mirar los procesos históricos con paciencia y a mediano y largo plazo. Sin embargo, los ciudadanos cubanos están urgidos de cambios. La mejora del bienestar social y mayores libertades no debe ser un sueño que sólo las generaciones futuras disfruten. Realmente hay que estar sordos para no oír los estruendos de lo que se avecina.

Para ayudar a que estos cambios se materialicen es importante que apoyemos a aquellos que dentro de Cuba promueven los mismos, que consideramos tienen el apoyo de la mayoría de la población, así como que nosotros en la diáspora estemos dispuestos a trabajar conjuntamente con ellos para mejorar la calidad y el nivel de vida del pueblo cubano.

Recientemente el Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes de EEUU votó para anular la prohibición de que los ciudadanos estadounidenses puedan visitar a Cuba y para liberalizar las restricciones a la venta de productos agrícolas estadounidenses a la isla. La solicitud firmada por 74 prominentes disidentes dentro de Cuba, entre ellos Guillermo Fariñas, apoyando este proyecto de ley fue recibida favorablemente por el congreso estadounidense.

También, en la diáspora está circulando una petición de apoyo a los 74 que ha sido firmada por docenas de cubanos, a pesar de los ataques de la extrema derecha e izquierda. Realmente nos es difícil entender a quienes dicen ser amantes del pueblo cubano, pero al mismo hacen todo lo posible porque siga sufriendo severas privaciones económicas.

El futuro de Cuba se está perfilando en los próximos meses. Dentro de la isla el proceso de las reformas deberá acelerarse. La iglesia católica tiene un papel muy importante en ayudar a impulsar este proceso, que ha sido claramente expresado antes por el presidente Raúl Castro. Desde estos lares debemos hacer todo lo posible no sólo por minimizar los obstáculos para que las reformas se lleven a cabo en un ambiente pacífico sino también para asistir a que se concreten y aceleren a la brevedad posible.

El pueblo cubano triunfará si se siguen poniendo las cartas sobre la mesa y todos aprendemos las lecciones del pasado.

*Lorenzo Cañizares es sindicalista cubano-americano. Especialista de Organización para la Pennsylvania State Education Association. Reside en Harrisburg, PA.
Rolando Castañeda es economista cubano-americano. Funcionario retirado del Banco Interamericano del Desarrollo. Reside en Washington, D.C.

Friday, July 9, 2010

El Delirio de las Palabras

Por Eduardo Mesa

La Iglesia hizo pública la secuencia de hechos que condujeron a la mediación, pero los que dijeron que el general había levantado el teléfono para poner al cardenal a sus ordenes no dirán que se equivocaron, no reconocer los errores es una característica muy humana, muy nuestra.
La Iglesia ha hecho pública esta cronología pero eso no cambiará las percepciones establecidas; tampoco influirá el hecho de que el canciller de una potencia extranjera anuncie que viene a apoyarla en sus gestiones, esto de ningún modo nos llevará a pensar la posibilidad de que la Iglesia cubana ha ganado un reconocimiento institucional sin precedentes y que el gobierno cubano se ha visto obligado a aceptar la mediación.

El arzobispo de Santiago de Cuba ha dicho que él no está en la conciencia del gobierno, pero que en su conciencia está hacer el bien. La Iglesia tiene como estrategia permanente hacer el bien, a corto plazo busca el alivio y la liberación de los presos, a largo plazo persigue un diálogo nacional que contribuya a correr los cerrojos del totalitarismo y conduzca a una apertura gradual y democrática.

La Iglesia está mostrando una agenda razonable con objetivos claros, ella no se plantea derrocar a los Castro porque ese no es su deber, pero quiere lo mejor para Cuba y los Castro distan mucho de serlo. Nosotros también podemos priorizar lo realizable a corto plazo, fijar objetivos más ambiciosos a un plazo más largo y aprender a trabajar de forma consensuada esos objetivos comunes.

Nosotros, además, debíamos preguntarnos por qué Gloria y Emilio Stefan llenan la calle 8 en un acto cívico y los líderes cívicos solo consiguen reunir a unos pocos; debíamos preguntarnos si de hacer tantas declaraciones políticas hemos terminado por hacer una política que sobrevive a base de declaraciones.

Es verdad que la Iglesia a veces calla y que el gobierno de los Castro mata con frecuencia, es verdad que estamos en nuestro derecho de decirle a la Iglesia lo que esperamos de ella y al gobierno cubano que deje de hacer lo que hace; pero la política se realiza con el peso de algún poder y yo me pregunto qué poder tenemos.

La Iglesia tiene su agenda de hacer el bien y ha conseguido ampliar considerablemente sus espacios en los últimos años, Fariñas tiene una agenda heroica, difícil de imitar, que ha conseguido un reconocimiento sin precedentes. El está dispuesto a morir y ese es un valor que todavía respetamos. Ambas agendas, la de la Iglesia y la de Fariñas, presionan a los Castro e inciden, a pesar de sus limitaciones, en la política cubana. Ambas agendas han conseguido una extraordinaria atención internacional.

Fariñas está en estado crítico y ya se ha desatado el aluvión de declaraciones que responsabilizan al gobierno cubano por el crimen en ciernes. También comienzan las cartas de exigencia a la Iglesia y al Papa, para que asuman nuestros reclamos ante un gobierno sin escrúpulos.

Los que plantean esas exigencias deben recordar que ese gobierno es el mismo que maneja la agonía de sus víctimas con temeridad y se arriesga a manchar de sangre a sus propios cachorros, mientras se enfrenta a la disyuntiva de ceder antes o ceder después el poder que le queda, un poder que perderá tarde o temprano a cuenta de la ignominia y el tiempo.

Fariñas acaba de anunciar que depone la huelga y yo me alegro, el gobierno acordó la liberación de 52 presos políticos y le será difícil echarse a atrás. Los acontecimientos me invitan a creer que este es un buen momento para preguntarnos a quién presionan nuestras agendas ¿En qué lugar y momento las dejamos? Un buen momento para preguntarnos si padecemos el delirio de las palabras.

(Tomado de la Casa Cuba:www.lacasacuba.com)

Friday, July 2, 2010

María Cristina Herrera


Haroldo Dilla


En una esquina de Coral Gables, en la confluencia de dos calles que no sé cuales son, María Cristina Herrera fundó un templo para la tolerancia. Allí tuve la oportunidad de quedarme varias veces y visitarla otras. Cada vez fue una oportunidad para conocer gente de muchos tipos que constituyen ese mundo variado de lo que llamamos el exilio cubano en Miami. Y también para conocer mejor a María Cristina, sin lugar a dudas una de las personas más activas y atractivas de ese exilio.

Esta mañana, cuando recibí la noticia de la muerte de Maria Cristina quise recordarla por su obra. Pensé en su activa participación en aquel lejano diálogo con el gobierno cubano en los 70s, que abrió una primera grieta a la separación antinatural de las familias cubanas en el marco de los extremismos de todas partes y que le ganó un bombazo en la cochera de su casa y muchas amenazas. También pensé en su calor especial al Instituto de Estudios Cubanos, un espacio pluralista de debate y contactos académicos de los “cubanólogos” de todas las orillas. Luego recordé su obra escrita y en particular esos testimonios inspiradores llamados algo así como el vuelo de una mariposa. Una colección de escritos que nos recuerdan que una persona y una convicción son siempre el inicio de hermosas historias.

Pero prefiero recordarla por su templo, donde acostumbraba a reunir decenas de personas en unas conversaciones desordenadas en que reía y lloraba. Eran reuniones sin odios ni exclusiones, propio de una anfitriona que confesaba tener como cubanos preferidos a Maceo y a Lecuona. De una persona que declaraba como elemento esencial de su existencia ser “una mujer de la iglesia”, pero que acogía a toda esa gama de colores y matices que hoy llamamos la alteridad. De una persona que no sabía cocinar resentimientos a pesar de que había sido condenada al ostracismo por el odio irracional de una élite que hizo de la separación y el ostracismo un vulgar instrumento de la política. Desde su templo, María Cristina era exactamente lo que un día dijo que eran los boricuas: como la ranita coquí, aparentemente débiles, pero muy fuertes; no se les ve, pero siempre se les oye.

La última vez que la vi fue durante mi última visita a Miami hace apenas dos meses. Estaba recluida en su templo con tremendas dificultades respiratorias, pero siguiendo minuto a minuto no recuerdo que acontecimiento político mundial. Junto a otros dos amigos —Siro del Castillo y Juan Antonio Blanco— conversamos de muchos temas, y entre ellos sus ideas para continuar relanzando el Instituto de Estudios Cubanos.

Nos fuimos de su casa convencidos de dos cosas. Una que su estado de salud era terrible y había que esperar un desenlace en un plazo no muy lejano, que ya llegó. La segunda, que iba a esperar su plazo sin descansar.

Y ojalá que así sea siempre, que no descanse. No tiene derecho, ella, que nos obligó a muchos a pensar en reconciliaciones y re-encuentros, como si fueran cosas fáciles. Y se va justo cuando más falta hace. A lo sumo se le otorgaría un permiso para que vuele a Santiago de Cuba, donde nació hace 76 años y al que nunca pudo regresar sino de puntillas. Y desde allí nos siga brindando humildemente la grandeza de su templo.


(Tomado de Cubaencuentro)

Sunday, June 27, 2010

Apoyamos decididamente al Grupo de los 74

Rolando Castañeda y Lorenzo Cañizares*

Un grupo multidisciplinario y multigeneracional de setenta y cuatro prominentes activistas y defensores de los derechos humanos de Cuba, que ha sufrido prisión y represión por sus firmes posiciones de principio hizo una petición pública al Congreso de Estados Unidos. En ella le solicita que apruebe la legislación en consideración para derogar las prohibiciones existentes para que los ciudadanos estadounidenses puedan viajar libremente a Cuba, así como la eliminación de algunas exigencias que dificultan las ventas agrícolas a la isla. El grupo considera que esas modificaciones acelerarían la transición y sensibilizarían a la opinión pública sobre la necesidad de cambios.

Apoyamos y nos solidarizamos con la solicitud de nuestros distinguidos disidentes y consideramos su petición es realista, pragmática y muy bien razonada, en particular la referencia a la similitud entre la prohibición existente en EEUU a los viajes a la isla con las prohibiciones de los viajes de los cubanos al exterior.

Desafortunadamente la declaración del Grupo tuvo el rechazo y ridículas objeciones de algunos compatriotas de Miami argumentando que su razonamiento es erróneo y que las medidas beneficiarían al régimen, asimismo que el grupo no podría haber conocido el tema sobre el que se pronuncia. En realidad son los compatriotas opositores de Miami quienes en realidad no conocen los escritos de algunos de los firmantes quienes vienen expresando reiteradamente los mismos puntos de vista. En específico, nos referimos a los escritos, entre otros, de Claudia Cadelo, Oscar Espinosa, Miriam Leiva, Manuel Morúa, Yoani Sánchez y Dagoberto Valdés que están disponibles en Internet y en sus libros..

Consideramos que más bien que son los compatriotas opositores de Miami los que tienen una posición errónea al rechazar cualquier medida que pueda beneficiar al régimen aunque también beneficie al pueblo cubano. Todo análisis válido de este importante tema debe ser integral y completo y no limitarse a los efectos sobre las autoridades cubanas sino abarcar los efectos totales de las medidas y, en particular, los efectos sobre el pueblo cubano, su presente y su futuro. Finalmente, consideramos que los opositores de Miami deberían conocer mejor las posiciones que nuestros disidentes sostienen en la isla que distan mucho de las que sostienen en Miami.

*Rolando Castañeda es economista cubano-americano. Funcionario retirado del Banco Interamericano del Desarrollo. Reside en Washington, D.C.
Lorenzo Cañizares es sindicalista cubano-americano. Especialista de Organización para la Pennsylvania State Education Association. Reside en Harrisburg, PA.

Tuesday, June 22, 2010

Carta de Solidaridad con los 74


Una petición pública al Congreso de los Estados Unidos realizada por un grupo multidisciplinario y multigeneracional de setenta y cuatro prominentes activistas y defensores de los derechos humanos de Cuba, algunos de los cuales han sufrido prisión y represión por sus firmes posiciones de principio, solicita que se apruebe el proyecto de ley (HR 4645) para que los ciudadanos estadounidenses puedan viajar libremente a Cuba, así como para eliminar algunas exigencias que dificultan las ventas agrícolas a la isla. El grupo considera que esas modificaciones acelerarían la transición y sensibilizarían a la opinión pública sobre la necesidad de cambios.
Nosotros, cubanos residentes en el exterior del país, apoyamos la solicitud y nos solidarizamos con nuestros distinguidos compatriotas, algunos de los cuales vienen expresandoreiteradamente los mismos puntos de vista y consideramos su petición, realista, pragmática y sobre todo, de gran sensibilidad humana desde el punto de vista de las razones humanitarias y muy consecuentes al oponerse a la prohibición existente de ciudadanos estadounidenses de viajar a la isla, pues el derecho de libre movimiento se reconoce en el Artículo 13 de la Declaración Universal, válida para todos los seres humanos del planeta.
Los firmantes estamos firmemente convencido de que el diálogo y la comunicación, no el aislamiento, y la normalización, no la confrontación, constituyen las prácticas más efectivas para alcanzar el predominio definitivo del respeto a los derechos y de la armonía entre todos los cubanos.
A los 25 días del mes de junio de 2010
1. Manuel Abilleira, Florida, Estados Unidos.
2. María G. Albert, Florida, Estados Unidos.
3. Jorge N. Albert, Florida, Estados Unidos.
4. Sandra Alfonso, Louisiana, Estados Unidos.
5. María Alvarez, New Jersey, Estados Unidos.
6. Pedro Pablo Alvarez Ramos.
7. Dora Amador, Florida, Estados Unidos.
8. Romy Aranguiz, New Jersey, Estados Unidos.
9. Andrés Aranguiz, New Jersey, Estados Unidos.
10. Marlene Arzola, Florida, Estados Unidos.
11. Guillermo Asper, Brasil.
12. Marlene Azor Hernández, México.
13. Gerardo Barrera, Puerto Rico.
14. Bernardo Benes, Florida, Estados Unidos.
15. Tomás Bilbao, Washington D.C., Estados Unidos.
16. Lorenzo Cañizares, Pennsylvania, Estados Unidos.
17. Rubén Carril, Florida, Estados Unidos.
18. Rolando Castañeda, Washington D.C., Estados Unidos.
19. Siro del Castillo, Florida, Estados Unidos.
20. Manuel Castro Rodríguez, Panamá.
21. Angela M. Delgado. Florida, Estados Unidos.
22. Carmen Díaz, Florida, Estados Unidos.
23. Haroldo Dilla Alfonso, Puerto Rico.
24. Mario M. Escoto, Florida, Estados Unidos.
25. María T. Escoto, Florida, Estados Unidos.
26. Carlos Manuel Estefanía, Suecia.
27. Lino Fernández, Florida, Estados Unidos.
28. Ileana Fuentes, Florida, Estados Unidos.
29. Tomás Gallo, Texas, Estados Unidos.
30. Mickey Garrote, Florida, Estados Unidos.
31. Reinol González, Florida, Estados Unidos.
32. Gerardo González, Puerto Rico.
33. Yordanskya Guerra, Alemania.
34. Peter Hermida, New York, Estados Unidos.
35. Ariel Hidalgo, Florida, Estados Unidos.
36. Yankilé Hidalgo Rodríguez, Ecuador.
37. Alina M. Lopez Marin, California, Estados Unidos.
38. Sergio López Miró, Florida, Estados Unidos.
39. Gerardo E. Martínez Solana, Florida, Estados Unidos.
40. Eduardo Mesa, Florida, Estados Unidos.
41. Marcelino Miyares, Florida, Estados Unidos.
42. Elena Montes de Oca, Florida, Estados Unidos.
43. Santiago D. Morales, Florida, Estados Unidos.
44. Arnoldo Muller, Florida, Estados Unidos.
45. Yvette G. Murphy, Florida, Estados Unidos.
46. Silvia Pedraza, Michigan, Estados Unidos.
47. Pedro Pérez Castro, Venezuela.
48. Marifeli Pérez-Stable, Florida, Estados Unidos.
49. José Pérez Martín, Florida, Estados Unidos.
50. Mirta Pocurull, Florida, Estados Unidos.
51. José Prats Sariol, México.
52. Ricardo Puerta, Honduras.
53. Miguel Rivero, Portugal.
54. Mario Rivadulla, República Dominicana.
55. Victoria Rivero Elliot, florida, Estados Unidos.
56. Rafael Rojas, México.
57. Nereida Rubalcava, Florida, Estados Unidos.
58. Carlos Saladrigas, Florida, Estados Unidos.
59. Alfredo Sánchez, Florida, Estados Unidos.
60. Gemma Sieh, Florida, Estados Unidos.
61. Donald Sieh, Florida, Estados Unidos.
62. Andrew Sieh, Florida, Estados Unidos
63. Enrique Tijero, Florida, Estados Unidos.

Saturday, June 19, 2010

Carta al Congreso de los Estados Unidos


A: Honorables Congresistas de los Estados Unidos de América..
Honorables Miembros del Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes.
Congreso de los Estados Unidos de América. Washington. DC.

De: Personas que forman parte de la sociedad civil de Cuba. La Habana, Cuba. Havana, Cuba. Honorables señoras y señores:

Los miembros de la sociedad civil cubana que suscribimos esta carta a título personal, hemos sabido que actualmente Uds. están considerando un proyecto de ley (HR 4645) que levantaría las restricciones de viajes a Cuba para todos los estadounidenses, y facilitaría la venta de productos agrícolas a la Isla. Este proyecto de ley tiene como título: “Ley de reforma a las restricciones de los viajes y promoción del comercio”, tenemos entendido que cuenta con el apoyo de Republicanos y Demócratas en el Congreso. Sabemos además, que para que esta iniciativa sea considerada por el pleno, primero tendrá que ser aprobada por el Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes. Conocemos que importantes Organizaciones No Gubernamentales apoyan este proyecto de ley. mencionaremos algunas: La Cámara de Comercio de los EEUU, el Buró de Agricultura de los EEUU, Amnesty International, Human Rights Watch, la Conferencia de Obispos Católicos de los EEUU, Cuba Study Group y muchas otras organizaciones de derechos humanos.

Compartimos la opinión de que el aislamiento del pueblo de Cuba beneficia a los intereses más inmovilistas del gobierno, mientras que la apertura sirve para informar y empoderar a los cubanos y ayudar a un mayor fortalecimiento de nuestra sociedad civil. Valoramos la experiencia de que todos los países occidentales, incluyendo a los EEUU, favorecieron la apertura y los intercambios con todos los países de la antigua Europa oriental. Estamos seguros de que el aislamiento no facilita las relaciones de respaldo y solidaridad de personas y grupos alrededor del mundo que están a favor del cambio hacia la democracia en Cuba. A este respecto queremos recordar aquella memorable exhortación hecha en 1998 por el Papa Juan Pablo II quien había experimentado en su propia vida este tipo de sistema totalitario: “Que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”. Al paso del tiempo hemos comprobado que el régimen cubano no se abre plenamente ni al mundo ni a los propios cubanos porque a lo que más teme es a la apertura, a la libertad de comercio y a la libre empresa, al flujo de información y a la comunicación directa entre los pueblos. Los que se oponen a este proyecto de ley, alegan que levantar estas prohibiciones representaría una concesión al régimen cubano y constituiría una fuente de ingreso de divisas que podría ser utilizada para reprimir al pueblo. También argumentan que, dadas las incesantes violaciones de derechos humanos y los repetidos actos de repudio, el levantar estas prohibiciones sería como abandonar a la sociedad civil cubana. Es verdad que últimamente se ha incrementado la represión y la violación sistemática de los Derechos Humanos de forma cruel y pública. Es cierto que estos fondos también podrían utilizarse para sostener e incluso agravar esta represión.

No obstante, creemos que si los ciudadanos de los Estados Unidos, como los del resto del mundo, aumentaran su presencia en nuestras calles y pudieran visitar a los familiares de los presos políticos y otros miembros de la incipiente sociedad civil cubana, podrían: en primer lugar, ser testigos presenciales de los sufrimientos del pueblo cubano; en segundo, sensibilizarse aun más con la necesidad de los cambios en Cuba; y en tercer lugar, ser puentes solidarios y cercanos para favorecer la transición que deseamos muchos cubanos. Esta presencia solidaria, el apoyo directo y otras muchas posibilidades de intercambio, usados eficazmente, y en la dirección deseada, en lugar de dejar abandonada a la sociedad civil en Cuba, podría fortalecerla de manera significativa.

De igual forma facilitar aún más la venta de productos agrícolas podría contribuir a aliviar las penurias alimentarias de la población. Por encima de todo esto, creemos y defendemos que el respeto a todos y cada uno de los Derechos Humanos para todos, es y debe ser una prioridad absoluta sobre cualquier decisión política y económica, y que ninguna restricción de cualquiera de esos derechos puede ser justificada por motivos económicos, políticos o sociales. Creemos que los derechos se defienden con derechos. Como viajar libremente es un derecho de todo ser humano, apoyamos la aprobación de este proyecto de ley. El actual gobierno cubano ha violado siempre este derecho y, en los últimos años, esgrime a su favor que el gobierno de Estados Unidos también coarta la libertad de viajar a sus propios ciudadanos. Aprobar esta ley, eliminaría además, esta espuria justificación. Por último, Honorables Sres. Congresistas, tenemos la firme convicción de que los problemas de Cuba y su camino hacia la libertad y la democracia son responsabilidad y tarea de nosotros los cubanos y cubanas que vivimos en la Isla, en comunión con los que sufren el exilio en la Diáspora y aman igualmente a la Nación que todos formamos. En el mundo de hoy todos los pueblos de la tierra se interrelacionan, aun cuando se trate de decisiones soberanas. Este sentido de responsabilidad con nuestra querida Patria y de fraternidad universal, nos anima a comunicarles respetuosamente nuestras opiniones con relación a este universal proyecto de ley que, aunque es competencia de los norteamericanos, está relacionado con Cuba. Agradecemos su atención y respeto.

A continuación la lista de ciudadanos cubanos que firman esta carta a título personal, entre los que se encuentran presos políticos, bibliotecarios independientes, bloggers, periodistas independientes, editores de revistas, clérigos, intelectuales, artistas, animadores de la sociedad civil y miembros de organizaciones políticas.

1. Juan Juan Almeida García.
2. José Alberto Alvarez Bravo
3. Silvio Benítez Márquez
4. Juan Carmelo Bermúdez Rosabal
5. Servando Blanco Martínez
6. Félix Bonne Carcassés
7. Luis Cáceres Piñero
8. Claudia Cadelo de Nevis
9. Leonardo Calvo Cárdenas
10. Eleanor Calvo Martínez
11. Marcelo Cano Rodríguez
12. Cecilio Dimas Castellanos Martí
13. Miriam Celaya González
14. Francisco Chaviano González
15. Hortensia Cires Díaz
16. Martha Cortizas Jiménez
17. Manuel Cuesta Morúa
18. Roberto De Miranda Hernandez
19. Gisela Delgado Sablon
20. Reinaldo Escobar Casas
21. Oscar Espinosa Chepe
22. Guillermo Fariñas Hernández
23. Carlos Guedy Fernández Morejón
24. Juan Carlos Fernández Hernández
25. Karina Gálvez Chiu
26. Livia Gálvez Chiu
27. Margarita Gálvez Martínez
28. Julio César Gálvez Rodríguez
29. Joisy García Martínez
30. José Luis García Paneque
31. Juan del Pilar Goberna
32. Ricardo González Alfonso
33. Ivan Hernández Carrillo
34. Maikel Iglesias Rodríguez
35. Irene Jerez Castillo
36. Yusnaymi Jorge Soca
37. Eugene Garcia Leal
38. Miriam Leiva Leiva
39. Gloria Prendes Llopis
40. Olga Lidia López Lazo
41. Yasnaya Losada Castañeda
42. Luis Ricardo Luaces
43. Juan A. Madrazo Luna
44. Aini Martínez Valero
45. Katia Sonia Martínez Véliz
46. Ricardo Santiago Medina Salabarría, presbítero
47. Manuel Alberto Morejón Soler,presbítero
48. Felix Navarro Rodríguez Rodríguez
49. Jorge Olivera Castillo
50. Paul Pacheco Ávila
51. Leonardo Padrón Comptiz
52. Hector Palacios Ruíz
53. Gustavo Pardo Valdés
54. Yisel Peña Rodríguez
55. Ana Margarita Perdigón Pellet
56. Arturo Pérez de Alejo
57. Juana Yamilia Pérez Estrella
58. Thomas Ramos Rodríguez
59. Soledad Rivas Verdecia
60. José Conrado Rodríguez Alegre presbítero
61. María Esperanza Hope Rodríguez Bernal
62. Lázaro Rosales Rojas
63. Elena Rosito Yaruk
64. Yoani Sánchez Cordero
65. Fernando Sánchez López
66. Elizardo Sánchez Santa Cruz
67. Mayra Sánchez Soria
68. Pedro Antonio Scull
69. Sergio Abel Suárez García García Suárez
70. Virgilio Toledo López
71. Dagoberto Valdés Hernández
72. Wilfredo Vallín Almeida
73. Alida Viso Bello
74. Liset Zamora Zamora.

Monday, May 31, 2010

La Visita




Ariel Hidalgo
No diré que esta historia ocurrió realmente –por razones personales-, pero tampoco que no ocurrió. En 1989 un oficial de Seguridad del Estado visitó a un disidente en su celda en un cuartel provincial. Ambos habían sido amigos y condiscípulos durante la adolescencia y juntos se habían opuesto al batistato. El disidente se preguntaba por el objetivo de aquella visita. ¿Había ido quizás con la duda clavándole las entrañas, con la curiosidad de saber por qué él había llegado a caer en aquel supuesto vacío?
“No quisiera estar en tu pellejo”, le dijo el oficial “Eso te pasa por estar comiendo mierda con esa pendejada de los derechos humanos”. Y el disidente había contestado: “Es preferible fracasar tratando de ser parte de la solución que triunfar siendo parte del problema”.
El oficial cuestionaba al disidente la buena voluntad de los que como él, “le hacían el juego al imperialismo” en sus “campañas mediáticas” contra la Revolución, pues según decía, esos “grupúsculos internos” eran manipulados por sectores derechistas de Miami. Y el disidente le aclaraba que si bien algunos podían estar deliberadamente sirviendo a esos propósitos, así como otros estaban también manipulados “por ustedes” -le decía apuntando hacia él,- en realidad la disidencia era un producto de problemas sociales internos, de eso que ellos llamaban “revolución”. ¿Pero quién le hacía más daño a esa Revolución? ¿El que en nombre de ella cometía actos que le restan popularidad, o el que denuncia esos actos? “No maten al mensajero y vayan a la raíz del problema. No habría denuncias si no hubiera qué denunciar. Estaríamos felices de no tener qué decir y así poder dedicarnos a labores más edificantes”.
En todo caso, decía en tono irónico, estaban brindando al Estado un servicio voluntario. ¿Por qué no aprovechar “nuestros gratuitos servicios” para sanear todos aquellos departamentos donde los desafueros generaban descontento, como Cárceles y Prisiones, muchos de cuyos funcionarios violaban sistemáticamente el Código Penal? No le exigían un salario pero al menos debía agradecerles que estuvieran poniéndoles al día de sus propios errores para que pudieran resolverlos y así presentar una imagen más aceptable ante el pueblo y el mundo. ¿Se trata sólo de personas que violan las leyes, o de leyes que violan derechos universalmente aceptados?¿Por qué no aceptar que se ha errado al discriminar por motivo de las ideas? Si se insiste en no reconocer a los llamados grupos disidentes con el argumento de que son manipulados desde afuera, ¿por qué rechazaban igualmente, entre ellos, a los que han mantenido posiciones independientes al oponerse al embargo contra Cuba? ¿Por qué no permitían a quienes representaban corrientes diferentes de pensamiento, postularse a título personal e incluso aspirar a la Asamblea Nacional directamente desde la base como mismo son elegidos muchos dirigentes del Partido? Si una diversidad de partidos divide a la sociedad, más lo dividía un partido único, ya que “partido” viene de parte, lo cual significa que sólo una parte de la sociedad se encuentra representada. En realidad él había seguido siendo el mismo, nunca había traicionado sus ideales.
- Precisamente porque soy file a esos principios es que condeno a tu gobierno cuando considero que su política los ha negado.
- No hables disparates. ¿No estabas contra los latifundistas y contra la burguesía explotadora? - le había preguntado el oficial- Pues hemos barrido con todo eso. Ahora el pueblo, los trabajadores, son los dueños de las tierras y las fábricas. ¿Quieren que el país retorne a manos de los americanos? ¿Que vuelvan los politiqueros corruptos y la aristocracia racista, que regrese la miseria del tiempo muerto con niños pidiendo limosnas por las guardarrayas?
- Tú sabes muy bien que ese no es mi programa - le respondió el disidente- Pero ya que hablas de miseria te recuerdo los apagones, nadie muere de hambre, pero los alimentos de la cuota se quedan “en una muela”; nadie anda descalzo, pero el agua de los charcos se cuela por los agujeros rotos de las suelas. Si antes había racismo ustedes lo sustituyeron por otra discriminación basada no ya en el color de la piel, sino en las ideas, un apartheid diferente al de Sudáfrica, pero apartheid al fin no menos vergonzoso. Lo que have falta ahora es una democracia que suprima toda forma de discriminación, que tanto en la piel como en las ideas, sea un hermoso arco iris.
- Tú sabes muy bien que con el acoso del imperialismo a 90 millas no podíamos darnos ese lujo.
Y el disidente había soltado una risita burlona.
- Sí, como el pastor que para amansar a sus ovejas les habla constantemente del peligro del lobo. Ese lobo, con sus amenazas, ha sido el mejor amigo del pastor.
Y añadía que el Estado, al absorber todos los bienes, creció de forma monstruosa para luego necesitar una casta de burócratas distanciados del pueblo para administrarlos. Las riquezas pasaron de unas manos a otras, pero nunca a los trabajadores. Quien antes trabajara para el terrateniente por un miserable jornal, siguió sometido, esta vez a una élite burocrática. Incluso muchos eran enviados a trabajar al extranjero por salarios miserables mientras el gobierno se embolsillaba la mejor parte.
Y como el oficial le recordara las gratuidades de la salud, la educación y otros servicios, le respondió que ningún Estado daba nada de gratis, porque todas las riquezas de la nación salían del trabajo de sus ciudadanos, aunque reconocía el acceso fácil de la población a esos servicios. Pero otros Estados habían logrado lo mismo sin tanta represión como Suecia, Holanda, Canadá y hasta un país subdesarrollado como Costa Rica. Con todo, aunque no tenían que pagar un centavo en policlínicos y hospitales, luego regresaban a sus hogares sin ser adecuadamente atendidos por falta de equipos y medicamentos.
¿A qué llamaban ellos “socialismo”? ¿A un modelo que niega la libre iniciativa económica de los ciudadanos? Un ejemplo singular de actitud de avestruz, porque justamente había sido esa restricción del estímulo productivo, el principal freno al desarrollo de la economía con su secuela de corrupción y otras desviaciones sociales a las que ellos se pasaban la vida declarando la guerra y amenazando siempre con purgas, o sea, yendo siempre a las ramas del mal y no a la raíz, justamente el modelo que ellos mismos se habían empeñado en mantener. En 30 años la sustitución de unos funcionarios por otros nunca había solucionado las sucesivas crisis. El problema real estaba en el sistema, en un modelo ya fracasado que tarde o temprano se derrumbaría en todas partes donde se había instaurado, porque un monopolio único como lo era el Estado centralizado perdía la capacidad de control sobre la base, lo cual originaba el caos.
Con ese fundamentalismo han empujado a muchos cubanos a emigrar, entre ellos a numerosos profesionales, y están abocando a la sociedad cubana no sólo a la bancarrota económica, sino además a la crisis social, al fraccionamiento y la desestabilización. Con esa política irracional que niega las posibilidades de desenvolvimiento económico, han convertido ya a toda la población en infractora de las leyes para poder supervivir. Ellos iban a ser responsables no ya del fantasma de la contrarrevolución contra la que tanto habían alertado, sino de ese caos.
¿Habrá mucha diferencia en que un campesino cobre su miserable jornal de manos de un terrateniente a que lo cobre de un funcionario público? Un economista necesitaría tiempo para explicar las diferencias entre el latifundio y la granja estatal, pero al campesino que trabaja la tierra lo que le interesa es una solo cosa: que no es él quien la posee. Sólo ha habido un cambio de amos. Es preciso expropiar esta vez al Estado mismo, que los bienes pasen directamente a manos del pueblo. Y la solución verdadera será crear todos juntos una comunidad donde las diferencias de ideas no sean barreras infranqueables entre los seres humanos, porque más importante que las ideas de la gente era la gente misma, una sociedad donde el centro no sea ni el capital ni el Estado, sino el ser humano.
El oficial permaneció en silencio y el disidente no podía ver su expresión velada por las sombras. Luego se levantó lentamente mientras con una mano ordenaba al custodio abrir la celda. Y tras informarle que no lo vería más y que sería trasladado a la capital, se alejó. Y el ruido de sus tacones sobre las lozas fue escuchándose cada vez más lejano, hasta perderse en un dédalo de pasillos.
Infoburo@AOL.com

Sunday, April 25, 2010

Reflexiones Adicionales sobre los Cambios en Cuba, el Grupo de Pedro Campos y el Paradigma Chino



Rolando Castañeda y Lorenzo Cañizares*


Poco después de haber publicado nuestro artículo “Los cambios estructurales y conceptuales en Cuba y el paradigma chino” supimos del excelente ensayo “Los socialistas cubanos y el síndrome de la mujer barbuda” del ilustre compatriota Haroldo Dilla publicado en la Revista Encuentro 51/52 del invierno/primavera del 2009. Si bien Dilla trata varios temas desde una perspectiva histórica y conceptual más amplia, también tiene muchas coincidencias con nuestras observaciones cuando comenta el sistema que un grupo de intelectuales socialistas cubanos propone para el futuro de la isla. Dicha propuesta elaborada por Pedro Campos (con la aclaración de que realmente es una propuesta colectiva) es similar aunque, a nuestra opinión, más elaborada y consistente que la que comentamos de Cobas e Isa. Así por ejemplo es diferente en cuanto acepta un importante papel para el mercado en el funcionamiento del nuevo sistema. En nuestro citado artículo no nos referimos a la propuesta de Campos porque no rechaza específicamente el paradigma chino (y vietnamita) que a nuestro juicio presenta muy valiosas e interesantes lecciones para el futuro de Cuba.

Dilla señala que el grupo de Campos plantea que las demandas de la acumulación económica se subordinen a los imperativos del bien común, de la equidad social y de la riqueza cultural para así superar los déficits económicos, sociales, políticos y culturales del sistema vigente en la isla, los cuales están generando un costoso empobrecimiento de la sociedad, y por el vacío y la pusilánime omisión de políticas necesarias de ajustes y cambios. Consideramos que ese objetivo general es compartido por otros grupos de cubanos, entre ellos, socialdemócratas y demócratas cristianos. Así muchos compatriotas coincidimos en el diagnóstico de la situación, pero diferimos en la prescripción. Por lo tanto, lo que ahora corresponde es efectuar un amplio debate para considerar y concretar propuestas efectivas s fin de alcanzar ese objetivo común en el futuro.

Consideramos que Dilla, el grupo de Campos, Cobas e Isa y nosotros coincidimos en aspirar a una sociedad participativa, democrática, libertaria e inclusiva. Asimismo, con actividades de autogestión voluntarias y autónomas. Donde sí hay diferencias es la extensión de la autogestión de los trabajadores a todas las actividades económicas y a la eliminación del salario como eje de la alienación. Como señala Dilla, y con lo que estamos completamente de acuerdo, es que un salto malabárico a un escenario no contrastable, deja tras de sí, sin solución, los problemas más urgentes y trascendentales de la sociedad cubana, que además se encuentra en un estado de precariedad que deja muy poco espacio para la experimentación. También, una tentativa autogestionaria generalizada pudiera ser altamente costosa en términos económicos, políticos y sociales.

Por ello queremos elaborar más sobre dos temas básicos. Sobre el sistema socio-económico a establecer en Cuba orientado a dar cumplimiento al objetivo general antes mencionado y hacer unas reflexiones sobre las lecciones que se pueden derivar del paradigma chino.

Consideramos que Dilla debió ser más específico en el régimen que propone para muchas grandes empresas y actividades económicas que obviamente no es el vigente en Cuba ni tampoco es el regime autogestionario generalizado. Aquí es donde precisamente se concentran las principales diferencias en las prescripciones y las que deben ser elaboradas más detenidamente. Descartamos como Dilla la opción de la restauración capitalista por la vía autoritaria y para convertir a la élite gobernante en una clase propietaria aliada del capital extranjero. En este sentido consideramos que la privatización de ciertas actividades, la atracción de la inversión privada extranjera y el mantenimiento parcial o total de la propiedad social en otras deberían estar sujetos a la supremacía del bienestar común. En estas áreas es donde se deberá considerar seriamente la exitosa experiencia china.

Haciendo abstracción del régimen político chino, algunos cubanos de la isla rechazan el paradigma económico chino porque lo consideran como de restauración capitalista, mientras que los cubanos del exterior, y particularmente los de la Florida, lo rechazan porque tiene muchos elementos heterodoxos y socialistas, tales como: ser pragmáticos y no dogmáticos en cuanto al sistema a desarrollar, que se pretenda hacer reformas graduales, incrementales y ordenadas; que la propiedad de la tierra y de la vivienda sólo se otorgan en usufructo; que el estado tiene un activo papel regulador del mercado y en la promoción de ciertas actividades; y que las actividades “estratégicas” se reservan para el estado, etc.

A nuestro juicio ignorar o rechazar el paradigma chino en su totalidad es desconocer la mayor transformación económica de la historia moderna mundial, lo que consideramos similar a rechazar muchas ideas y legados institucionales de la Revolución francesa y de la Revolución estadounidense. Además, el paradigma chino ha consistido en adoptar muchos conceptos y experiencias del exitoso paradigma de los tigres asiáticos a los problemas específicos de la transición del socialismo burocrático estalinista a un socialismo de mercado, así como a los imperiosos requerimientos del desarrollo económico nacional.


*Rolando Castañeda es economista cubano-americano. Funcionario retirado del Banco Interamericano del Desarrollo. Reside en Washington, D.C.

Lorenzo Cañizares es sindicalista cubano-americano. Especialista de Organización para la Pennsylvania State Education Association. Reside en Harrisburg, PA.

Saturday, April 17, 2010

Los Cambios Estructurales y Conceptuales en Cuba y el Paradigma Chino


Rolando Castañeda y Lorenzo Cañizares*

Desde su muy citado discurso del 26 del julio del 2007 el presidente Raúl Castro ha llamado la atención periódicamente sobre la difícil situación económica del país y sobre la necesidad de adoptar cambios estructurales y conceptuales para enfrentarlos. Desafortunadamente, esos problemas se han acentuado por los huracanes que azotaron al país en el 2008 y la gran recesión mundial del 2008-2009, y así como porque básicamente los importantes cambios requeridos han sido limitados y pospuestos. La economía cubana es muy frágil y depende marcadamente de la amplia ayuda venezolana.

Algunos compatriotas y amigos de Cuba han hecho propuestas concretas sobre los cambios que deberían adoptarse para asegurar un mayor bienestar y progreso económico, político y social. Entre esas propuestas están, entre otras, las presentadas por Roberto Cobas Vivar y Narciso Isa Conde en Kaos en la Red.

Coincidimos esencialmente con sus propuestas sobre que es necesario un debate nacional inclusivo para hacer la sociedad cubana más participativa, protagónica, libertaria y democrática en el poder político, las instituciones básicas y las relaciones socioeconómicas, que tiendan al pleno empoderamiento y a la soberanía ciudadana del pueblo. Y, en esas condiciones, determinar e impulsar las estrategias y tácticas para lograr los objetivos que se tracen. También coincidimos con Conde e Isa en que hay que modificar el socialismo real o capitalismo estatal burocrático e ineficiente existente (que ellos denominan “socialismo irreal”), la burocracia posee intereses de clase muy diferentes del resto de la sociedad nacional; que Cuba debe aprovechar la buena coyuntura geopolítica y geoeconómica internacional para hacer los cambios requeridos; y que es hora de darle vuelta definitiva y eficaz al diferendo con los EEUU.

Sin embargo, diferimos de los amigos Cobas e Isa en el categórico rechazo que hacen de la extraordinaria experiencia china que denominan la restauración capitalista, así como de su utilización de los mecanismos de mercado, cuando expresan que China no constituye absolutamente, ninguna referencia válida para la transición cubana. Igualmente, estamos en desacuerdo con el apoyo que hacen de una sociedad cooperativista y autogestionaria generalizada que no se ha experimentado en ningún otro país del mundo y sólo cuenta con el respaldo de algunas consideraciones teóricas hechas por Marx y Lenin. Al respecto, consideramos que Cuba no está en condiciones de hacer pioneros experimentos económicos-sociales sino asegurar el bienestar y progreso material, social y cultural de su población y brindarle una importante motivación a su juventud mediante cambios probados que han sido exitosos en otros países.

Tanto en la experiencia china como en la sociedad que Cobas e Isa propugnan hay un papel muy importante para la micro, pequeña y mediana empresa individual, familiar y social, así como asociaciones cooperativas y de autogestión voluntarias. Por ello lo que finalmente está en discusión y sobre lo que tenemos desacuerdo con ellos son aquellas actividades que por su naturaleza más compleja requieren una organización productiva, administrativa y funcional diferente, especialmente para estar debidamente actualizadas tecnológicamente y competir apropiadamente en la economía globalizada. En este sentido la experiencia de las privatizaciones, las empresas mixtas con capital extranjero y la inversión privada extranjera han sido fundamentalmente exitosas en el desarrollo chino. Adicionalmente, China considera al mercado dentro de regulaciones públicas como el mejor mecanismo social asignador de recursos por su flexibilidad y descentralización en vez de decisiones burocráticas centrales. En este sentido estamos de acuerdo con el economista Omar Everleny de la Universidad de La Habana que considera que el mercado tiene que ser un componente importante en cualquier economía.

Es conveniente tener muy presente que en sólo 30 años China ha mantenido una extraordinaria y sin precedentes tasa de crecimiento del PIB real cercana al 10% anual que le ha permitido modernizarse y pasar del 178vo lugar mundial de PIB total a la segunda economía mundial y que su producto por habitante ha aumentado 12 veces en ese periodo. El desarrollo de su clase media urbana es indiscutible y evidente en sus numerosos rascacielos habitacionales y la marcada congestión de autos en sus amplias avenidas y carreteras. Este enorme progreso material ha fortalecido notablemente el orgullo y motivación nacional.

Es cierto que China como cualquier otra economía importante confronta diversos problemas que deberá superar, pero su liberalización económica y apertura externa graduales, evolutivas y ordenadas; su pragmatismo orientado a la estabilidad de su sistema con base en el compromiso de adoptar continuas innovaciones y experimentaciones (como señaló Teng-Hsiao-Ping “lo importante no es el color del gato sino que cace ratones”), y su prudencia fiscal son tres pilares fundamentales de lo que hora muchos académicos y analistas llaman el Consenso de Beijing para contraponerlo con el llamado Consenso de Washington. El atractivo del paradigma chino se ha ampliado y fortalecido cuando el XVII Congreso del Partido Comunista Chino caracterizó como fundamentales al ser humano y al desenvolvimiento integral, armónico, coordinado y sostenible de la sociedad en el modelo de desarrollo nacional.

*Rolando Castañeda es economista. Funcionario retirado del Banco Interamericano del Desarrollo. Reside en Washington, D.C.

Lorenzo Cañizares es sindicalista. Especialista de Organización para la Pennsylvania State Education Association. Reside en Harrisburg, PA.

Saturday, April 10, 2010

El Nobel de la Paz para las Damas de Blanco

Ariel Hidalgo

Las flores poseen su propio lenguaje y el gladiolo significa “tristeza por ausencia”. Y es justamente tristeza por sus esposos e hijos presos en cárceles remotas del país, que un grupo de mujeres sale a las calles vestidas con el color de la paz, el blanco, y con gladiolos en las manos, protestando pacíficamente por el injusto cautiverio de sus seres queridos,
Esos hombres no mataron ni hirieron a nadie, no robaron ni realizaron sabotajes. Sólo expresaron críticas contra una política violatoria de los más elementales derechos, como los de expresión y asociación. Y por esa sola razón fueron sentenciados a elevadas condenas de cárcel y confinados a lejanas prisiones del país. Y sus esposas y madres no están pidiendo la renuncia del presidente ni de nadie, ni un cambio de la política gubernamental, sino sólo que se ponga fin a la injusticia cometida contra sus seres queridos liberándolos. Ellas no profieren insultos, no agreden a nadie, no destruyen nada a su paso. Sólo marchan silenciosas con las fotos de sus seres queridos estampadas en sus blancas ropas.

Y sin embargo, el poder descarga todo su odio contra esas mujeres indefensas lanzando contra ellas turbas para hostigarlas e insultarlas, lanzando calumnias contra ellas por todos los medios masivos de difusión que sólo ellos controlan y sacándolas a la fuerza, de la vía pública. Pero nada las detiene y a pesar de la hostilidad y las amenazas, siguen manifestando. Se alega que el imperio les paga para que protesten en las calles. También la dictadura militar argentina pudo haber alegado que las Madres de la Plaza de Mayo recibían cheques de Moscú para que protestaran. Pero sólo los dictadores pueden levantar calumnias tan peregrinas ¿Necesitan estas mujeres que alguien les pague para que se manifiesten a favor de la excarcelación de sus seres queridos injustamente presos?

Por eso un grupo de 12 cubanos integraron un comité gestor para la propuesta de la nominación de las Damas de Blanco al premio Nobel de la Paz 2011, entre ellos algunos de los iniciadores del movimiento disidentes y de derechos humanos, como su fundador, Ricardo Boffil; uno de los gestores en Cuba de la Corriente Socialista Democrática, Enrique Patterson; uno de los más destacados luchadores pacíficos del Movimiento Cristiano Liberación, Miguel Saludes; ex presos políticos como el sindicalista Pedro Pablo Alvarez Ramos, de los 75 de la Primavera Negra; y como Miguel Sigler Amaya, otro de los 75 y miembro de una familia de héroes; Marcelino Miyares, líder demócrata-cristiano que en todas las batallas levanta la bandera de la reconciliación nacional; Eduardo Mesa, el hierro candente en las conciencias cristianas; Teté Machado, la primera en la Diáspora en dar voz a los disidentes cuando no tenían ninguna; Oscar Peña, que desde los albores del movimiento disidentes supo tender puentes entre los hombres y mujeres que han de levantar juntos el pedestal de la patria futura.; y que escribe esta columna, quien ya cansa con su prédica de que la única y verdadera revolución que falta y es preciso hacer es la que debe librarse en los corazones de los cubanos.

¿Y qué decir de Adrián Leyva, luchador en tierra patria dentro del movimiento disidente, y luego, en la Diáspora, destacado miembro del Movimiento Concordia en cuyo seno naciera la propuesta del premio Nobel para las Damas de Blanco, pero que nunca abandonó su propósito de regresar a la tierra amada que ocupaba su mente (incluso dormido) cada minuto de sus 24 horas diarias, hasta que intentando arribar a la añorada tierra, fue aún más lejos para alcanzar otras costas, las de la gloria. El Comité Gestor, que tenía 12 miembros, sigue teniendo 12. Leyva sigue activo. Sólo ha cambiado de trinchera.

Estos son los cubanos que han lanzado la propuesta de nominar a las Damas de Blanco al Nobel de la Paz. Detrás, cuyas firmas son seguidas de una lista interminable sin barreras nacionales donde acaba de estampar la suya el cantautor de la Paz sin Fronteras, Juanes.

El proceder de estas mujeres, sin odios, sin ofensas, encarnando el espíritu de la paz, es el ejemplo de lo que puede llegar a ser la patria futura, hacia la cual se llega deteniendo de una vez por todas con flores en vez de piedras, con palabras de amor en vez de insultos, esa sucesión de actos revanchistas que nos encadenan permanentemente desde hace casi un siglo al desencuentro, al desarraigo y al cautiverio. El mal no se enfrenta con el mal, ni la violencia con violencia. Como dijera el teólogo francés Lanza del Busto: “Si devuelves mal por mal, no reparas el mal: lo duplicas”.

Con esas mujeres marcha una nación, marcha la dignidad y el decoro de todo un pueblo.
Infoburo@AOL.com

Wednesday, April 7, 2010

La Intransigencia tiene Costos muy Elevados


Por Lorenzo Cañizares y Rolando Castañeda*

En estos momentos cuando la buena imagen de EEUU está disminuyendo en América Latina, China ha reemplazado a EEUU como el primer socio comercial de Brasil y Chile, los diplomáticos escogidos por el presidente Barack Obama para asistirlo en América Latina no han podido entrar en funciones por las dilaciones republicanas y parlamentarios estadounidenses están impulsando un importante proyecto de ley para eliminar la prohibición a los viajes y algunas restricciones a las ventas agrícolas a la isla, el gobierno cubano está colaborando, con su marcada intransigencia e insensatez política, a sacarle las castañas del fuego al gobierno estadounidense y hacer posible cambios positivos que beneficiarían al pueblo cubano.

Recientemente firmamos una petición para que Las Damas en Blanco sean nominadas para el Premio Nobel de la Paz. Estas valerosas señoras se han ganado el respeto mundial con su abnegado esfuerzo y los riesgos contra su integridad física al defender los derechos humanos fundamentales y el trato justo que le han sido negados a sus seres queridos y al pueblo cubano. El mundo ha observado a través de videos de sus demostraciones pacíficas en las calles de La Habana, que estas señoras han sido arrestadas, abusadas y maltratadas por los agentes de seguridad del régimen cubano.

Esos atropellos a mujeres indefensas y la marcada torpeza con el cual el gobierno cubano ha lidiado con la muerte de Orlando Zapata Tamayo, han causado consternación a los amigos y simpatizantes del régimen, como al presidente brasileño Lula, quienes se han visto obligados a justificar con increíbles y entupidos argumentos las acciones represivas del gobierno cubano. Cuando se compara a Zapata Tamayo con criminales comunes y traficantes de drogas, simplemente se es estúpido y se insulta al ciudadano común de Cuba y del mundo. ¡Que manera más insensata de manchar una trayectoria política! Precisamente ahora cuando Brasil hace sentir cada día más su presencia en el ámbito internacional y forma parte de la alianza político-económico del BRIC (o sea, Brasil, China, India y Rusia) que tiene tanta envergadura e influencia a nivel internacional. Seguirle el juego a la intransigencia del gobierno cubano puede costarle a la política nacional e internacional del presidente Lula al restarle credibilidad y realismo en el futuro inmediato, como ya le esta ocasionando al gobierno de Venezuela.

Nosotros hemos comentado anteriormente que “el pueblo cubano clama por la unidad de su gente. La gran mayoría sólo ve un desarrollo positivo en restablecer y estrechar lazos comunes. El odio y el resentimiento que han marcado el comportamiento de muchos de ambos lados deben ser puestos en el basurero de la historia que es donde corresponden.” Mantenemos lo expresado. Siempre hemos reconocido y reiterado que el gobierno cubano ha hecho cosas positivas que deben mantenerse y aún consolidarse. También comentamos que el gobierno cubano ha perdido muchos de sus “aliados tradicionales” de la derecha intransigente del otro lado del Mar Caribe que están desapareciendo físicamente del panorama político.

También hemos reiterado que “el gobierno cubano tiene que reconocer que no toda la oposición son agentes extranjeros que están sólo buscando la oportunidad de derrocar al gobierno sino ciudadanos que pretenden espacios de expresión, participación e inclusión ciudadana” en los diferentes ámbitos políticos, sociales y económicos. El propio gobierno cubano a través de su presidente Raúl Castro ha reconocido las muchas dificultades que sufre el pueblo cubano y ha señalado que no se pueden atribuir todas las dificultades dentro de la nación al embargo. ¿Qué se le pretende imponer al pueblo cubano, al ciudadano de a pie? Ustedes, al contrario de los ciudadanos de otros países; no tienen derecho a expresar sus legítimas diferencias y reclamos al gobierno, sólo los líderes del gobierno pueden expresar lo que sienten y corregir sus errores y las deficiencias existentes.

La intransigencia lleva a muchos simpatizantes del gobierno y de la burocracia estatal a negar la necesidad de hacer los cambios estructurales y de conceptos en la nación prometidos por Raúl Castro el 26 de julio del 2007 con lo cual mejoraría la vida cotidiana del pueblo cubano. El riesgo de perder el control absoluto lleva a estos elementos intransigentes a todo tipo de excusas y falacias (por ejemplo, que el elevado crecimiento económico empuja a China al abismo social) para evadir la manifiesta realidad de que dentro del sistema socialista se puede dar cabida a muchos cambios económicos, sociales y políticos que desaten la reprimida capacidad productiva de la nación. Dicha intransigencia tiene una base económica. Esos son los mismos elementos que han creado una nueva clase que se beneficia de la inercia y de las distorsiones existentes.

Además, esta nueva clase tiene un matiz racista el cual se vio claramente en las insinuaciones raciales hacia el “criminal” Zapata Tamayo. Como lo señaló nuestro colega Ariel Hidalgo en su excelente artículo “Las enseñanzas del caso Zapata”, “todas estas y otras muchas incongruencias hacen que la dirigencia del estado y del partido se encuentren actualmente en una crisis de credibilidad en el país y en el mundo y hasta que sectores de la izquierda comiencen a hacer cuestionamiento, no sólo en el exterior sino incluso entre las propias filas de intelectuales que tradicionalmente siempre han apoyado al régimen.”

Comenzamos nuestro artículo comentando sobre el desagrado existente hacia la política de EEUU, el cual ha llevado a los países latinoamericanas a crear una organización regional que excluye a EEUU y Canadá y que está designada a remplazar a la Organización de Estados Americanos (OEA), pero incluyendo a Cuba. A los países regionales, muchos de los cuales reflejaron una reacción adversa al golpe de estado en Honduras, se les está haciendo cada vez más contradictorios y chocantes los atropellos y represiones que se cometen en Cuba con todos esos que están desacuerdo con los 51 años de los hermanos Castro en la dirección de la nación sin permitir que florezcan y se desarrollen otras visiones políticas alternativas modernas, incluso las reformas económicas básicas à la China y Viet Nam.

Por favor hermanos latinoamericanos escuchen lo que dicen los propios funcionarios del gobierno cubano, como por ejemplo Marino Murillo, el ministro de economía de la isla, ante funcionarios de las fuerzas armadas y del ministerio del interior, según lo difundió una agencia de prensa internacional que tuvo acceso a su intervención. Murillo expresó lo que muchos saben, pero otros pretenden encubrir “el gigantesco paternalismo del estado cubano no puede continuar porque no hay manera de mantenerlo”.

Hace unos días, después de los atropellos cometidos por los agentes de seguridad del gobierno de la isla contra las Damas en Blanco, el presidente estadounidense Barack Obama criticó severamente al gobierno cubano por su dura y creciente represión y por las violaciones de los derechos humanos contra los ciudadanos cubanos; le pidió que pusiera fin a su política de “puño cerrado”, y solicitó la libertad inmediata de los presos políticos, declarados presos de conciencia por las instituciones internacionales de derechos humanos. La intransigencia de las autoridades cubanas le ha dado más relevancia a las palabras de Obama las cuales alientan a la nación cubana. Ello, por supuesto, ha provocado una avalancha de palabras ásperas dirigidas al presidente estadounidense por su comentario, pero lo que señaló Obama cobra cada día más vigencia y crea una situación más insostenible dentro de la nación cubana y la comunidad internacional. Sólo los cegados por la intransigencia no comprenden esta apremiante realidad.

*Lorenzo Cañizares es sindicalista cubano-americano. Especialista de Organización para la Pennsylvania State Education Association. Reside en Harrisburg, PA.

Rolando Castañeda es economista cubano-americano. Funcionario retirado del Banco Interamericano del Desarrollo. Reside en Washington, D.C

Thursday, March 25, 2010

Propuesta de Nominación de las Damas de Blanco al Premio Nobel de la Paz


A las honorables personalidades galardonadas con el premio Nobel de la Paz
A las instituciones y ciudadanos del mundo amantes de la libertad, que promueven el respeto de los derechos humanos.
Nosotros, ciudadanos cubanos, nos dirigimos a ustedes para pedirles su apoyo al lanzamiento de la candidatura de la agrupación Damas de Blanco de Cuba para su nominación al Premio Nobel de la Paz 2010.
Basamos esta petición en la acción desarrollada por este valeroso grupo de mujeres, que reclaman de manera cívica y pacífica la liberación de los prisioneros de conciencia: activistas de derechos humanos, periodistas independientes y promotores de la sociedad civil, encarcelados injustamente en Cuba. Estos hombres han sido segregados del seno de su familia y de la sociedad simplemente por ejercitar el derecho universal a la libertad de expresión, que le asiste a todo ser humano.

La Paz y la libertad se complementan entre sí, al punto que no pueden desligarse una de la otra. La Agrupación Damas de Blanco, además del dolor de la separación, ha soportado la represión, injurias y difamación por apoyar a sus seres queridos, tomando el lugar de ellos en las calles. Lo han hecho llevando flores y palomas en sus manos, desfilando en silencio, vestidas con el color que simboliza la paz; soportando con estoicismo la acción incomprensiva e intolerante de las autoridades. Sobre ellas han caído vejámenes, insultos y actos de violencia, pero su respuesta ha sido el mejor ejemplo de la sociedad a la que aspiramos en Cuba y en cualquier parte del mundo.

Las Damas de Blanco no constituyen una organización política. Tampoco defienden postulados ideológicos. Su reclamo de libertad rebasa los límites estrechos de esas categorías. El esfuerzo que hacen estas mujeres alcanza por igual a los que hoy sufren a causa de la injusticia y a sus propios carceleros, que mañana pueden ser víctimas de la ausencia de derechos.

Las Damas de Blanco, además de pedir la libertad de sus familiares presos, están allanando con su postura cívica el camino hacia una sociedad pluralista, tolerante y dialogante. La constancia de su actitud pacífica y reconciliadora les mereció el premio Sajarov 2005 a la Libertad de Conciencia, del Parlamento Europeo, el premio Libertad Pedro Luis Boitel 2005 y el premio a los Derechos Humanos 2006, que otorga Human Rights First.

Por todo lo antes expuesto, como justo reconocimiento a su labor, exhortamos al apoyo de la nominación de las Damas de Blanco al premio Nobel de la Paz 2010.
Marzo 21 del 2010

A nombre del Comité de relatoría de Nominación de las damas de Blanco al Premio Nobel de la Paz,

Pedro Pablo Álvarez
Miguel Sigler Amaya
Oscar Peña
Enrique Patterson
Ricardo Bofill
Ariel Hidalgo
Tete Machado
Heriberto Leyva
Eduardo Mesa
Adrián Leiva
Miguel Saludes
Marcelino Miyares
Juan Antonio Blanco
Gerardo Martinez Solana
Manuel Castro Rodriguez
Rolando Castañeda
Alina Lopez Marin
Gonzalo Fernandez
Yankile Hidalgo
Carmen Diaz
Miguel Rivero Lorenzo
Mario Javier Riva Perez
Micky Garrote
Lorenzo Cañizares
Barbara Michelli
Domingo Delgado
Jaime Estuardo Silva
Jorge Gaston
Pedro Blanco
Ruben Carril
Juanes
Nereida Rubalcaba
Yaquelin Diaz
Minervo Saraso
Jose Perez Martin
Jorge Gomez Perez

Saturday, March 20, 2010

A dos Años de la Declaración de Concordia

Ariel Hidalgo

Hace justamente dos años, el 20 de marzo de 2008, un grupo de cubanos de la Diáspora dimos a conocer una declaración que sería firmada por un centenar de compatriotas residentes en quince países de Europa y América: Declaración de Concordia, en la que, poniendo distancia de las posiciones de dos grupos de cubanos de dentro y fuera de Cuba atrapados durante medio siglo en la confrontación y el odio, nos pronunciábamos a favor de la paz y la reconciliación y nos negábamos a “seguir alimentando el odio y el resentimiento recíprocos que han engendrado en la historia nacional de forma cíclica, violencia y fratricidio”.

Considerábamos que no debía aceptarse, bajo ninguna circunstancia, “discriminación alguna basada en diferencias raciales, económicas, culturales, de sexo u orientación sexual, ideológicas, religiosas u origen nacional”. De estas diferencias era obvio que la de las ideas era la que más conflictos había generado y considerábamos que la convivencia y la concordia dentro de la familia cubana debían ponerse por encima de esas diferencias. “Entendemos que concordia cubana significa asegurar la convivencia entre todos los hermanos de la patria común sobre la base del respeto a las diversas perspectivas y credos. De ningún modo deberá admitirse que tales diferencias puedan obstaculizar o amenazar esa convivencia”. En consecuencia nos pronunciábamos a favor de una amnistía de todos los cubanos “de todas las orillas políticas e ideológicas” que por motivos de sus ideas se encontraran encarcelados o amenazados con penalizaciones tanto dentro como fuera de Cuba.

Rechazábamos la pretensión de imponer un orden que frenara el potencial creador del ser humano y generalizara un estado de “igualdad en la miseria”, sino aquel que lo liberara de ataduras y lo estimulara para generar riquezas y abundancia en todo el país “en condiciones de igualdad de oportunidades, y derechos económicos y sociales”.

Nos oponíamos, igualmente, a las pretensiones de reclamos de restitución de antiguos propietarios sobre bienes como viviendas y pequeñas parcelas agropecuarias en caso de un proceso de transición hacia un modelo de mayores aperturas, aunque no negábamos el derecho a posibles indemnizaciones como de hecho fueron indemnizados propietarios extranjeros en particular españoles. “No nos anima un espíritu de rapiña o despojo, sino de ayuda desinteresada en el mejoramiento y reconstrucción del hogar común”. Igualmente considerábamos que las conquistas sociales logradas en materia de servicios de educación y salud, debían ser preservadas.

Traducida a tres idiomas, español, inglés y francés, la declaración fue publicada en varios países de los dos continentes, divulgada en varios blogs dedicados al tema cubano y enviada a más de cuatrocientas direcciones electrónicas dentro de Cuba. La Declaración fue el punto de partida de lo que se llamó “Movimiento Concordia”, un paragua de proyectos que marchan en una misma dirección con el fin de “alcanzar, por vías pacíficas, mediante el diálogo crítico y la discusión cordial, una sociedad participativa donde todos, piensen como piensen, tengan cabida por igual, donde prime la fraternidad y no el odio”.

Uno de esos frutos fue la carta dirigida al Presidente de los Estados Unidos Barak Obama a favor de sus buenos oficios para cambiar la política de restricciones económicas sobre Cuba. La respuesta del presidente se produjo el pasado 8 de diciembre: “Por favor, estén conscientes de que sus preocupaciones estarán presentes en mi mente en los días venideros”.

Estamos convencidos de que la prédica de la paz, la reconciliación y el amor, como el agua que suavemente va erosionando poco a poco las más duras rocas, terminará finalmente por imponerse en los corazones de la inmensa mayoría de los cubanos.

Sunday, March 7, 2010

¿DONDE Y CUANDO, GENERAL RAUL CASTRO?



por Oscar Peña

Miami, Marzo 7, 2010.

En medio de la visita del presidente brasileño Lula Da Silva a Cuba usted declaro a la prensa internacional que lamentaba la muerte del preso político Orlando Zapata Tamayo y que estaba dispuesto a discutir –de tu a tu y respetándose las partes- todos los puntos con los organismos Internacionales de Derechos Humanos. Es estimulante escucharlo expresar esa buena voluntad nacional, sin embargo, nos parece inapropiado no discutir ese tema entre nacionales. Veamos:

En 1989 cuando ustedes anunciaron el arresto y posterior fusilamiento de muy notables y altos oficiales de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior argumentado que ellos por su cuenta se habían involucrado en negocios del narcotráfico internacional y habían traicionado la confianza que la máxima dirección del país tenia en ellos y que habían puesto en duda la credibilidad y prestigio de las autoridades de Cuba. En aquellos precisos momentos -hace ya mas de 20 años- el Comité Cubano Pro Derechos de Cuba –del cual soy director- entrego en las oficinas del Palacio Presidencial y de la dirección del Partido en la Habana una misiva dirigida al mandatario Fidel Castro que expresaba:

“Al observar que la alta dirección del país esta tomando medidas contra oficiales involucrados en el narcotráfico e infieren que no sabían nada al respecto, le preguntamos: ¿si no es posible que también usted desconozca de las permanentes violaciones de los Derechos Humanos que sufre nuestro pueblo?

Nosotros estamos dispuestos a sentarnos con usted para hacérselo saber de manera rigurosa y seria, con datos, ejemplos y victimas. Al admitir que no sabían de algo que era evidente para todo el pueblo de Cuba, nos surge la esperanza que tampoco sepan de los abusos, atropellos, sanciones injustas, represalias, hostigamiento y dolores que ha estado recibiendo la gran mayoría del pueblo cubano por su Ministerio de Interior.

No queremos enviar nuestras denuncias a salones extranjeros, sin antes presentarlas en los nacionales. Nunca hemos podido alertar a la alta dirección del país sobre esas practicas y tenemos el temor que mañana también tengan que expresar que tampoco sabían lo de los abusos de los mas elementales derechos de los ciudadanos en Cuba. Escúchenos de cubano a cubano. Atentamente."

Y firmaba esa misiva la Directiva de los Derechos Humanos de Cuba entre ellos el que suscribe. Desafortunadamente nunca recibimos acuso de recibo decente. Indecente y al mas profesional estilo de la mafia si recibimos mucho y son parte de los abusos, torturas y operaciones secretas de la policía política y del orden interno que no están escritas en ningún reglamento o ley del país pero que son el orden del día y las practicas diarias de los miembros ocultos y públicos de su Ministerio del Interior en las calles de Cuba contra artesanos, campesinos, profesionales, mujeres y pueblo en general. Y eso no ha cambiado.

General Raúl Castro obviamente la verdad es que su gobierno ha asumido siempre una política neoplattista donde solo tratan los problemas del país con extranjeros. De ellos aceptan señalamientos, observaciones, pedidos de presos políticos, etc. Le sugiero para salvar la ética nacionalista de los cubanos hacer eso entre cubanos. ¿Dígame General Raúl Castro donde y cuando discutimos todos los puntos?

Saturday, February 27, 2010

El Régimen Carcelario Cubano




Juan Antonio Blanco




La muerte inducida y deliberada de Orlando Zapata Tamayo bajo custodia del estado cubano es apenas el más reciente recordatorio de la naturaleza criminal del sistema carcelario en la isla y de la impunidad que ese régimen totalitario extiende a sus administradores y operarios.


En un estado de derecho la responsabilidad por la seguridad e integridad física de una persona detenida o encarcelada recae sobre las autoridades que lo custodian. Es parte de sus obligaciones garantizar que no sea agredido ni se auto-agreda. Cuando un tribunal dictamina una sanción de privación de libertad no está extendiendo una autorización a los funcionarios de prisiones para que sometan al reo a un régimen arbitrario de tratos crueles y degradantes decididos unilateralmente por sus carceleros. Mucho menos les otorga un mandato para disponer de su vida. En cualquier país civilizado las autoridades de prisiones tienen que hacer cumplir la sanción dictaminada por los tribunales sin atribuirse la prerrogativa de someter al prisionero a castigos adicionales decididos de manera extrajudicial. Sea un preso político o común es obligación del Estado que lo sancionó a la privación de la libertad de movimiento garantizarle al detenido el disfrute de sus otros derechos no retirados por los tribunales, por lo que cae dentro de las responsabilidades del Estado normar la conducta de los funcionarios de prisiones, monitorearla de manera independiente y velar porque se atengan a reglamentos claramente establecidos que respeten la integridad física de los detenidos y los protejan de castigos crueles y degradantes.


En Cuba, una vez consolidada la conspiración contrarrevolucionaria y totalitaria -impulsada por los hermanos Castro contra el resto de los luchadores antibatistianos desde los días de la Sierra Maestra-, se puso fin al estado de derecho y a la separación de poderes, se sometieron los tribunales a la autoridad ejecutiva, se elevó el poder de los órganos policíacos por encima del judicial (que perdió su independencia) y se extendió impunidad a los responsables de administrar las prisiones al prestar oídos sordos, salvo en excepcionales circunstancias, a las quejas de los prisioneros y sus familiares.


Adicionalmente la elite de poder cerró el sistema de centros de detención y carcelario a toda inspección independiente de la ONU, la Cruz Roja o cualquier otra institución internacional. Tanto los presos comunes –que hoy constituyen una población de decenas de miles en un país que criminaliza actividades económicas y sociales consideradas normales en casi todas partes- como los políticos -a quienes la opinión pública mundial sigue con mayor atención- se hallan en un estado de indefensión total frente a carceleros que saben de la alta improbabilidad de ser sancionados por maltratarlos.


Para poder integrarse al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el gobierno cubano había accedido a que sus centros de detención y prisiones fuesen inspeccionados en el 2009 por el relator especial de esa institución. Luego La Habana adujo no estar lista para recibirlo y pidió posponer la vista para el 2010.


¿Quién es responsable por la muerte de Orlando Zapata Tamayo?


La responsabilidad por la muerte de Orlando Zapata Tamayo -así como de todos los anteriores casos de muertes por malos tratos en centros de detención y prisiones cubanas (incluyendo el creciente número de suicidios que en ellos se registra en meses recientes)- recae inequívocamente sobre las autoridades de la isla.


Fidel y Raúl Castro reciben diariamente el llamado “parte de la situación operativa” que les confecciona el Ministerio del Interior. Las decisiones tomadas al más alto nivel del estado cubano en los últimos 85 días sobre el caso de Orlando Zapata fueron asumidas sobre bases adecuadamente informadas y constituyeron políticas calibradas y deliberadas.


Los líderes del régimen cubano creyeron que la muerte de este hombre humilde, negro, albañil, -al que habían encarcelado usando figuras delictivas comunes pese a la naturaleza política de su detención (como vienen haciendo con Darcy Ferrer y otros opositores en el pasado reciente)- no tendría el impacto que el fallecimiento de un prisionero blanco, intelectual, de clase media, acusado de delitos directamente políticos. Pensaron que su muerte no les traería repercusiones de consideración y en cambio les ofrecía la oportunidad de mandar un macabro mensaje de inalterable firmeza a los demás prisioneros y disidentes que han apelado de manera creciente a esas tácticas. Porque lo que en realidad les preocupa es la posibilidad de que se dé en Cuba un movimiento de huelgas de hambre en solidaridad con los presos similar al protagonizado por centenares de personas en Bolivia, en varias iglesias y de manera simultánea, bajo la dictadura militar


Pero Orlando Zapata no se amilanó y tardó en fallecer. A última hora temieron que se les muriese en un momento inconveniente. No querían que el desenlace empañara las conversaciones entre funcionarios españoles y cubanos en Madrid (¡sobre derechos humanos!), en medio de las fotos y abrazos de Raúl Castro con otros jefes de estado latinoamericanos en Cancún, o coincidiendo con la visita de Lula a La Habana. A toda carrera le prodigaron inútilmente atenciones hasta entonces negadas.


Lula –que no ha humanizado las brutales prisiones de su país y donde se celebrarán elecciones presidenciales en pocos meses- quiso mirar a otra parte. Pero si alguien pudiera acusarlo de oportunista es difícil suponerlo tonto. Regresó a Brasil sabiendo que la oposición tendría nuevos argumentos contra su partido en las venideras elecciones por su inoportuno espaldarazo a los cómplices de este crimen. El canciller Miguel Ángel Moratinos ha quedado igualmente descolocado frente al Presidente José Luis Zapatero y al resto de los gobiernos europeos a los que ha venido anestesiando su sensibilidad humana y democrática con valoraciones parcializadas sobre lo que viene ocurriendo en la isla. La muerte estoica de Orlando Zapata tiene a más de una celebridad mundial rectificando sus aproximaciones acomodaticias al régimen cubano y a otras corriendo en busca de cobija por haberlas promovido.


Los sobrevivientes del Holocausto narran cómo los nazis tomaron medidas extremas para evitar los suicidios en los campos de exterminio. Los consideraban un desafío a su poder omnímodo. Sólo los carceleros tenían la potestad de decidir sobre la vida o la muerte de aquellos infelices. El suicidio no era visto en aquellas fábricas de la muerte como un acto de capitulación definitiva al poder sino de desacato. Los fascistas cubanos creyeron poder doblegar a Orlando Zapata Tamayo, pero su dignidad y valor resultaron ser irreductibles. Prefirió la reafirmación de su humanidad y el desacato eterno a sus opresores antes que languidecer en su pocilga enfrentando palizas y humillaciones. Demostró poseer un poder superior al que emana de cañones y bayonetas y del cual carecen sus victimarios: la ética del activista de derechos humanos. Zapata no estaba dispuesto a matar por sus ideales, pero sí a morir por ellos. Eso lo hizo invencible.
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