Friday, March 27, 2009

Un Centenar de Cubanos firman Carta a Obama


Un centenar de cubanos de la Diaspora, principalmente residentes en los Estados Unidos, ha firmado una carta que pide el fin de las restricciones economicas sobre Cuba, principalmente las limitaciones de viajes y remesas. La carta fue enviada con cincuenta firmas, el pasado 10 de marzo, al Presidente Barak Obama, tanto por el correo regular como por correo electronico, y de la misma forma se le envio copia a la actual Secretaria de Estado, Hillary Clinton. La peticion sera ratificada proximamente con un numero mucho mayor de firmas.
Sr. Barack H. Obama
Presidente de los Estados Unidos de América·
C.C. Hillary Rodham ClintonSecretaria de Estado de los Estados Unidos de América
Señor Presidente:
Aunque le escribimos a título personal, podríamos agregar aquí las firmas de muchos de nuestros compatriotas, con la seguridad de interpretar los sentimientos de cientos de miles de cubanos, tanto residentes en Cuba como en numerosos países a donde la tragedia de nuestro país nos ha dispersado con la consecuente separación de familiares y amigos.
Durante casi veinte años organizaciones políticas cubanoamericanas, tras el derrumbe del bloque socialista de Europa del Este y en particular la desintegración de la Unión Soviética, cabildearon fuertemente en Washington para endurecer las medidas de restricciones económicas que los Estados Unidos impusieran sobre Cuba a raíz de las expropiaciones de propiedades norteamericanas a comienzos de los años 60.
El criterio prevaleciente era que habiendo perdido Cuba los mercados y el subsidio soviético -fuentes del financiamiento de sus programas sociales y de sus prácticas represivas-, el endurecimiento de esas restricciones haría colapsar la economía cubana con la consecuente rectificación por parte de ese gobierno de su política violatoria de derechos humanos, e incluso algunos, con la esperanza de incitar a una población desesperada a lanzarse a las calles en actos de violencia que harían zozobrar a ese régimen, lo cual demuestra, por una parte, una gran insensibilidad humana y por otra, un gran desconocimiento, no sólo de la naturaleza de ese régimen, sino incluso de la historia, pues ningún padre urgido por la necesidad impostergable de dar de comer a sus hijos piensa primero en cómo solucionar los problemas políticos de su país, y porque esas restricciones fueron explotadas con mucho éxito por los dirigentes de ese régimen para culpar a los Estados Unidos de sus descalabros económicos y crear el clima de estado de sitio que les permite aunar a gran parte de la población en la supuesta defensa de una patria en peligro y justificar la represión brutal contra sus opositores.
El tiempo, finalmente, se ha encargado de demostrar que estaban equivocados, primero con la Ley Torricelli (Cuban Democracy Act) firmada en 1992, luego con la Ley Helm-Burton (Cuban Liberty and Democracy Solidarity Act) en 1996 y finalmente las restricciones a viajes y remesas (Comission for Assistance to a Free Cuba) en 2004. El régimen cubano, lejos de debilitarse, se ha fortalecido durante esos años y ha cosechado el apoyo político de numerosos gobiernos de todo el mundo que cada año votan casi unánimemente a su favor en Naciones Unidas en la condena a esa política, mientras que Estados Unidos queda siempre con la bochornosa desventaja de tres votos frente a más de 150, debido a una política verdaderamente inconsistente, si tenemos en cuenta las armoniosas relaciones de Estados Unidos con China y Viet Nam, este último país, escenario de una guerra de varios años donde murieran miles de soldados norteamericanos.
Ahora, ante la evidencia de que el embargo no ha provocado el derrumbe del régimen de La Habana, el pretexto para mantenerlo es que serviría como “pieza de negociación”, cuando en realidad es absurdo ofrecer lo opuesto a lo que la contraparte desea, pues significaría, para esa dirigencia, perder el clima de confrontación que tantas ventajas políticas le ha proporcionado, ya que un proceso de distensión le dejaría sin excusas ante los descalabros de su irracional política económica, una postura de atrincheramiento, la negación de libertades fundamentales y para seguir manteniendo el encarcelamiento de cientos de ciudadanos por motivos políticos. Por esta razón ha tratado siempre de sabotear todo proceso de distensión, como se demostró con el éxodo masivo por el puerto del Mariel en 1980 para detener el proceso de mejoramiento de relaciones iniciado por la administración Carter; y por otra parte, alentar políticas más agresivas, como cuando derribó en febrero de 1996 dos avionetas civiles de los Estados Unidos con la muerte de sus cuatro tripulantes y así posibilitar en Washington la firma del proyecto Ley Helm Burton (Cuban Liberty and Democracy Solidarity Act) que por esos días el Congreso discutía con muy pocas posibilidades de ser aprobado.
Ahora, señor presidente, con la buena acogida que en todo el mundo ha tenido su llegada a la presidencia de los Estados Unidos -lo cual dificulta una ofensiva injustificada por parte de La Habana contra su gobierno-, tiene Ud. la oportunidad de lograr lo que no pudieron diez administraciones norteamericanas, eliminando las restricciones a viajes y remesas a Cuba y ejerciendo su influencia para un levantamiento del embargo por parte del Congreso. El destino de Cuba es algo que corresponde sólo a la voluntad de los cubanos, pero mientras los Estados Unidos mantengan su política de guerra fría con Cuba, los cubanos amantes de la libertad estaremos realmente en desventaja, ya que el régimen de ese país podrá continuar sosteniendo ante el mundo la ficción de que el verdadero conflicto es entre un pequeño país y el imperio que supuestamente pretende avasallarlo, cuando en realidad se trata de un régimen dictatorial frente a su propio pueblo.
Respetuosamente,
(Ver firmas en la version en ingles)

Tuesday, March 24, 2009

DECLARACION DEL COMITE CUBANO PRO DERECHOS HUMANOS sobre el DIALOGO NACIONAL

DECLARACION DE LA JUNTA AMPLIADA COMITE CUBANO PRO DERECHOS HUMANOS

El Comité Cubano Pro Derechos Humanos quiere dejar establecida su permanente posición ante el llamado a un Dialogo Nacional convocado por destacados grupos disidentes en el interior de Cuba. Nuestro CCPDH fue la primera organización disidente de esta ultima etapa de lucha y la primera en plantear públicamente en Cuba el desafió de enfrentar los problemas de la nación cubana cívicamente entre cubanos en una Mesa Nacional. Por esa acción fuimos fuertemente atacados por el régimen, por esos modernos plattistas de la Cuba de hoy que todo lo quieren resolver y discutir nada mas que con extranjeros y no entre nacionales.

Nuestro Comité considera que toda iniciativa y actividad que vaya dirigida contra el sistema totalitario imperante en Cuba debemos apoyarla sin tener en cuenta la ideología u organización de donde proviene, ya sean de las llamadas izquierdas o derechas, o de las diferentes personalidades y corrientes de opinión. Nunca debemos descalificar a ningún grupo o idea. Todos pueden ser útil a la libertad democrática del pueblo cubano. El CCPDH ha apoyado al grupo La Patria es de Todos, a Concilio Cubano, al Proyecto Varela, a la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, a las Damas de Blanco , al “Arco Progresista, a los Periodistas y Bibliotecas Independientes, y a todos los cubanos que de una manera u otra ha puesto su hombro por la apertura nacional.

El Comité Cubano Pro derechos Humanos considera necesario que todo el movimiento pro democracia y contestario del interior de Cuba y del exterior apoye esta iniciativa cubana para así demostrar ante el mundo y ante el régimen una concertación y consenso sólido en el propósito de iniciar el fin del sistema totalitario que hace 50 años mantiene una dictadura contra la voluntad del pueblo cubano.

Todavía hoy nos preguntamos ¿Por qué algunos compatriotas no apoyan el Dialogo Nacional?
Unos alegan que no debíamos sentarnos con las autoridades del régimen porque es un gobierno criminal e inconstitucional, otros plantean que es perder el tiempo y que ese gobierno no aceptara llevar a cabo ninguna reforma, otros que un Dialogo podría legitimizar a esa dictadura, otros son partidarios que el régimen realice elecciones democráticas y que libere a los presos políticos antes de realizar un dialogo. El Comité Cubano Pro Derechos Humanos considera que muchos de estos argumentos dados por algunos compatriotas son validos. Sin embargo, también debemos acabar de entender que un sistema completamente totalitario convierte a los dirigentes, funcionarios y pueblo en general en siervos y esclavos. Son solo disidentes mentales. No en vano uno de los mal altos rectores de la Iglesia Católica Cubana ha argumentando ?con mucha razón- que la sociedad cubana padece del síndrome de Indefensión Adquirida. Es cierto, pero aun así, le hemos arrebatado espacios a la tiranía. Ejemplo de ello esta en que no han podido evitar que continúen su labor humanitaria las Damas de Blanco, los Periodistas y las Bibliotecas Independientes, los activistas de Derechos Humanos, los blogueros y comunicadores cibernéticos, y es por ello que continuamos insistiendo en ¿Por qué no le podemos
arrancar a la dictadura la necesidad de un Dialogo Nacional?

Nosotros tenemos que demostrarle a la opinión publica internacional y sobre todo a nuestro confundido pueblo cubano, que es el régimen de Cuba el que no quiere y teme al dialogo nacional, pero que la oposición cívica interna y externa y el pueblo cubano si están dispuestos a discutir ideas y proyectos y a realizar los cambios necesario Entre Cubanos, y que no somos el obstáculo de la muy necesaria evolución que requiere nuestro querido país.

La historia cubana esta llena de acontecimientos y experiencias útiles como fue la etapa de los pasados años 38 y 39 cuando el gobierno de Fulgencio Batista después que había combatido a la oposición con métodos violentos para perpetuarse en el poder, se alcanzo un acuerdo nacional entre las partes lográndose la Constitución de 1940 en la cual nuestro pueblo conquisto una democracia estable. Sabemos que las condiciones no son iguales y que no es lo mismo una dictadura de derecha a un sistema totalitario como el que domina a Cuba, pero en aquella época también existieron pesimistas, opositores que no creían que por la vía pacífica se podían llevar a cabo los cambios que Cuba necesitaba. Por ello debemos ser todos positivos, nunca perder la fe y no dejarse llevar por quienes desalientan y repiten con fuerza ideas negativas y se convierten en obstáculos y portadores de división de la lucha por una Cuba libre y democrática.


Estamos convencidos que si logramos un cívico Dialogo Nacional entre las diferentes partes del drama cubano veremos la posibilidad del arranque de las realizaciones de todos los cambios democráticos, económicos y sociales que el país necesita. Llegue por este medio a todos los disidentes del interior y exterior de la isla, y a todo nuestro pueblo en general la importancia de alcanzar un importante, útil y auténtico Dialogo Nacional que cambiaría el curso de la situación cubana. Y sobre todo que fijaríamos que la oposición al régimen desea soluciones nacionales y no es subordinada, ni mercenaria de ninguna potencia extranjera como mienten los Castro.

De alguna manera el mundo y el régimen de la Habana deben acabar de entender que el conflicto no es entre el gobierno de Cuba y los Estados Unidos, sino entre cubanos. Hoy repetir el clásico Tratado de París seria hacer nuevamente otra acción a espaldas del pueblo cubano.

El general Raúl Castro y su régimen tienen la palabra. Deben demostrar un verdadero sentido de nacionalismo por el beneficio real del pueblo cubano. Un viaje de mil millas comienza con un paso.
Tengan el valor de darlo para no aparecer manchados en la historia.

Firman por la Junta Ampliada del CCPDH:

Rene Gómez Manzano
Ricardo Bofill
Carlos Alberto Montaner
Oscar Peña
Félix Fleitas
Rose Pujol
Enrique Patterson
Teresita de la Paz
Juan Manuel Cao
Sebastián Arcos
Domingo Jorge Delgado
Roberto M. Bismarck
Manrique Iriarte
Hiram Abis Cobas
Camilo Loret de Mola
Dulce Maria de Quesada
Rafael Palacios CapaBlanca
Rodolfo González
Emilio Ichikawa
Eduardo Rodríguez
Juan Suarez-Rivas
Juan Antonio Blanco
Miguel Rivero
Francisco Pérez
Maria Juana Cazabon
Eduardo Salvado
Augusto Rodríguez
Ricardo López
Tania Rodríguez
Raúl Gómez de Molina
Mickey Garrote
Yolanda Miyares
Maria Rosa Arcos
Adrián Leiva Pérez
Raquel Fernandez
Raúl Fajardo
Rita Fleitas
Estela Jaime
Armando Añel
Mirtha Arnal
José Manuel Revilla
Mercedes García
Alberto Martínez
Fidelma Leonor Perera
Clara Solis
Alfredo Rancaño
Tomas Rodríguez
Sergio Rodríguez
Nicolás Pérez Diez-Arguelles
Pedro Pablo Alvarez
Miguel Saludes
Lino B. Fernandez
Siro del Castillo
Virgilio Beato
Lillian Castañeda
Jose Prast Sariol-
Omar Lopez Montenegro
Rene Hernandez Becquer
Byron Migue
Humberto G. Esteve
Jose Alfonso Almora
Jorge Gaston Silva
Martha Pardiño
Roberto Fontanillas
Roland Bejar.
Eduardo Ojeda Camaraza
Marielena Cruz Varela
Manuel Vázquez Portal
Alvaro Alba
Carmen Diaz
Emiliano Suarez
Francisco Rodríguez Ramos
Gerardo E. Martínez Solana
Pedro Pérez Castro
Arnoldo Varona
Antonio Llaca Montes
Pablo Rodríguez Carvajal

Sunday, March 22, 2009

Carta al Presidente Obama

The Honorable Barack H. Obama
President of the United States of America

Dear Mr. President:

Although we are writing to you on our own behalf, we could easily add here the signatures of many of our fellow countrymen, secure in the conviction that we are conveying the feelings of hundreds of thousands of Cubans, whether living in Cuba or in any of the numerous other countries where the tragedy of our homeland has dispersed us, resulting in the separation of family members and friends.
For nearly twenty years, following the downfall of the socialist block in Eastern Europe and particularly the disintegration of the Soviet Union, Cuban-American political organizations have lobbied strongly in Washington to tighten the economic restrictions imposed by the United States on Cuba as a result of the expropriation of U.S. assets in the early sixties.
The prevailing view was that once Cuba had lost the Soviet subsidies and markets—sources for the funding of its social programs and its repressive practices—the strengthening of those restrictions would cause the Cuban economy to collapse and bring about changes by said government of its policies in violation of human rights. Some even espoused this position in the hopes of inciting a desperate people to take to the streets and commit acts of violence to undermine the Cuban regime. This goes to show, on the one hand, a great insensitivity toward other human beings and, on the other, a major lack of knowledge, not only of the nature of that regime but also of history, because no parent spurred on by the urgent need to feed his children thinks first about how to solve his country’s political problems. Moreover, those restrictions were exploited with much success by the Cuban regime’s rulers in order to blame the United States for the island nation’s economic disasters and create a state-of-siege mentality that allows them to unite a large portion of the population in the alleged defense of an imperiled homeland and also allows them to justify the brutal oppression exerted against their opponents.
Ultimately, time has served to prove them wrong: first, with the Torricelli Act (Cuban Democracy Act) passed in 1992, then with the Helm-Burton Act (Cuban Liberty and Democracy Solidarity Act) in 1996, and finally with the restrictions imposed on travel and remittances (Commission for Assistance to a Free Cuba) in 2004. The Cuban regime, far from weakening, has become stronger during those years and has garnered the political support of many governments from all over the world which, year after year, vote almost unanimously in Cuba’s favor in the United Nations by condemning that policy, while the United States is always left with the embarrassing disadvantage of just three votes to more than 150 against it. This is a reflection of a truly inconsistent policy, if we take into account the United States’ harmonious relations with China and Viet Nam, especially considering that the latter was the scene of a war that lasted several years and in which thousands of U.S. soldiers died.
Now, given all the evidence that the embargo has not brought about the fall of the regime in Havana, the pretext to maintain it is that it would serve as a “bargaining chip,” when the truth is that it is absurd to offer the opposite of what the other side wants. Lifting the embargo would entail the Cuban leadership’s losing the confrontational climate that has provided it with so many political advantages, since an opening up process would leave it without any excuses for the disastrous results of its irrational economic policy, posture of retrenchment, the denial of fundamental liberties, and for continuing to keep hundreds of Cuban citizens in jail for political reasons. That is why it has always tried to sabotage any process of opening up, as was demonstrated by the mass exodus from the port of Mariel in 1980, which was implemented to put a stop to the process aimed at improving relations which was initiated by the Carter administration. The Cuban regime also used the embargo as an excuse to encourage more aggressive policies, such as when it shot down two U.S. civilian aircraft in February 1996, killing the four crewmembers on board, and making possible the enactment in Washington of the Helm-Burton Act (Cuban Liberty and Democracy Solidarity Act), which at that time was being debated in Congress with very little likelihood of being approved.
Now, then, Mr. President, considering how well your election to the presidency of the United States has been received worldwide—which makes it more difficult for Havana to take an unjustified offensive stance against your government—you have the opportunity to successfully do what ten U.S. administrations were unable to do: eliminate the restrictions on travel and remittances to Cuba and exercise your influence to get Congress to lift the embargo. Cuba’s destiny is something that is solely incumbent upon the will of the Cuban people, but so long as the United States maintains its cold war policy against Cuba, we freedom-loving Cubans will truly be at a disadvantage, since Cuba’s regime will be able to keep up the lie in front of the rest of the world that the real conflict is between a small country and the empire that allegedly intends to overpower it, when the truth is that what we are dealing with here is a dictatorial regime acting against its own people.
Respectfully yours,

Sandra M. Alfonso, executive, Louisiana.
José Alvarez, Professor Emeritus, Florida, USA
Mercy F. Alvarez, homemaker, Florida, USA
Maria A. Alvarez, University employee, Florida, USA.
Marlén Arzola, Psicologist, Florida, USA.
Guillermo Asper, professor of the Brasilian University, Brasil.
Luciana Asper y Valdés, Justice Promoter , Brasil.
Bibi Baloyra, business owner and consultant, NYC, USA
Patricia M. Baloyra, attorney, Florida, USA.
Victoria Balsera, Wedding Planner, Florida, USA.
Miguel Angel Balsera, Education Administrator, Florida, USA.
Marina Baltar, employee, Florida, USA.
Ariel Jesus Barreiro, Dentist, Florida.
Bernardo Benes, retired banker, Florida, USA.
Lorenzo Cañizares, union organizer, Pennsylvania, USA.
Rubén Carril, technical expert, Florida, USA.
Rolando Castañeda, economist, former officer of I.D.B., Washington, D.C. USA.
Siro del Castillo, painter, Florida, USA.
Rudy Félix Cepero Machado, Psicologist, Chile.
Luis Cespedes, retired, Florida, USA
Maria Victoria Concepcion, Housewife, Florida, USA.
Carlos T. Chaves, Estudiante de college, USA.
Carmen Díaz, psychologist, Florida, USA.
María Eulalia Díaz Acosta, accountant and computer technician, Dominican Republic.
Berta Diéguez, Florida, USA.
Eduardo Domínguez, specialized mechanic, Florida, USA.
Yolanda Fernández, Housewife, Florida, USA.
Gonzalo Fernández, business adviser, North Carolina, USA.
Ricardo Fernández, General Contractor, Florida, USA.
Remigio Fernández Martín, engineer and adviser, Spain.
Tomás Gallo, pequeño empresario,Texas, USA.
Zoe Gallo, oficinista, Texas, USA.
Niurca Garcia:Decoradora, Texas, USA.
Martha García, Investment Banking, Florida, USA.
Manuel García, retirado, Florida, USA.
Mickey Garrote, Librarian, Florida, USA.
Teresa Gonzalez, Civil Engineer, Florida, USA.
Silvia González Kenneweg, retired professor, Ohio, USA.
Vicente R. Gutiérrez Santos, CPA, Ejecutivo de Empresas, political analyst. Madrid, Spain.
Bernabé A. Hernández, ingeniero, Florida.
Olga Hernández, paralegal, New Jersey, USA.
Eduardo Hernández-Gispert, political analyst. Florida, USA.
María Cristina Herrera, professor, Florida, USA.
Ariel Hidalgo, teacher, Florida, USA.
Teté M. Hidalgo, actress and human rights activist, Florida, USA.
Yankilé Hidalgo Rodríguez, teacher, Quito, Ecuador.
Armando A Infante, Florida, USA
Gladys A Infante, Florida, USA.
Susana Jimenez, Business Management, Florida USA.
Rafael Keilt, Plumber, Maine USA
Maria Teresa Lam, office worker, Texas, USA.
Olga Lastra, Software Developer, Florida, USA.
Adrián Leiva Pérez, civil rights activist, and journalist, Florida, USA.
Sergio Lopez-Miró, journalist and publicist, Florida, USA.
Sarahí Lorenzo, real estate, Florida, USA.
Antonio Llaca Busto, physician surgeon, Venezuela.
Gerardo LLerandi, chofer, Texas, USA.
Lillian Manzor, university professor, Florida, USA
Nelson Martinez, Retiree, Florida, USA.
Maggie P. Martinez, Transportation Executive, Florida, USA.
Gerardo E. Martínez-Solanas, economist and political scientist, Florida, USA.
Raquel Martínez-Solanas, Spanish professor, Miami Florida, USA.
Danay Menéndez, cleaning lady, Florida, USA.
Ana Mestre de Sambrizzi, writer, Argentina.
Magaly Miranda, Housewife, Florida, USA.
Fernando Miranda, Sales Exec., Florida, USA.
Lynn Miranda,Hospitality Expert, Florida, USA.
Marcelino Miyares, political scientist and analyst, Florida, USA.
Elena Montes de Oca, poet and professor, Florida, USA.
Oscar Moreno, Chofer, Texas, USA.
Yvette G. Murphy, lawyer, Florida, USA.
Nilda Navarrete, Journalist, Prague, Czech Republic.
José Manuel Pallí, lawyer, Florida, USA.
Silvia Pedraza, Professor of Sociology, University of Michigan.
Marta Rosa Peláez de López-Miró, publicist, Florida, USA.
Oscar Peña, human rights activist, Florida, USA.
Iván Pérez Carrión, journalist, Dominican Republic.
Pedro Pérez Castro, union activist, Venezuela.
Lisa Perez-Grossman, Physician (Pediatrician) Florida.
José Pérez Martín, electrical engineer, Florida, USA.
José Prats Sariol, writer and university professor, México.
Ricardo Puerta, Sociologist, Honduras.
Oria Quintana, ama de casa, Texas, USA.
Lizette Raig Alexander, School Psychologist, Florida.
Miguel Rivero, journalist, Portugal.
Lazaro Roche, enfermero, Texas, USA.
Augusto Rodríguez, journalist, Florida,USA.
Pablo Rodríguez Carvajal, human rightsActivist, Florida, USA.
Rodolfo Rodriguez Garcia, Chofer, Texas, USA.
Bárbara Elda Rodríguez González, teacher, Quito, Ecuador
Juan Antonio Rodríguez Menier, political analyst, USA .
Maria Ruiz, electronic assembler, Maryland, USA.
Jose Ruiz, retired, Maryland,USA.
Michael Sabido, physician, New Jersey, USA.
Miguel Saludes, freelance journalist and civil rights activist, Florida, USA.
Rafael A. Sanchez, Physician, Florida, USA.
Mislayde Santos, office worker, Texas, USA.
Roberto Simeon, sindicalista y politologo, Florida, USA.
Caleb Vega Socarrás. Economist, California, USA.
Raúl de Velasco, physician, Florida, USA.

c.c.: Hillary Rodham Clinton
Secretary of State of the United States of America

Propuesta para una Sociedad Participativa


En las actuales circunstancias de nuestro país, el grupo de cubanos redactor y promotor de la Declaración de Concordia, documento suscrito por compatriotas en 15 países, reiteramos la necesidad de promover la reconciliación nacional, trabajar conjuntamente por el mejoramiento de nuestra patria y la fe en que Cuba puede labrarse un futuro de independencia y prosperidad en una sociedad justa y libre.

Consideramos que el modelo de estado burocrático y de extrema centralización vigente en Cuba, incompatible con el advenimiento de tecnologías de la información y la comunicación, no solo es insostenible sino que es responsable de la penuria económica cubana y que es imprescindible trascender dicho modelo. Por ello llamamos la atención sobre las diferentes propuestas de cubanos entendidos en la materia, provenientes tanto de fuera como de dentro de la isla.

La urgencia de los problemas y de atención a las propuestas existentes, se exteriorizó en el debate nacional ocurrido en el 2007 cuyas propuestas todavía esperan su implementación, en respuesta al clamor popular que ellas representan. La crisis económica y social se ha intensificado bajo el efecto de los huracanes del 2008 mientras que el proceso de cambios esperado se muestra estancado y con algunas señales de retroceso.Cuba confronta serios desafíos socioeconómicos, entre ellos cinco que deberán asumirse y revertirse con determinación e inmediatez.
(1) Un déficit de ingresos. Debido al deterioro económico experimentado desde 1985, el salario, las pensiones y la libreta de racionamiento, son insuficientes para atender las necesidades básicas de la población.(2) Un déficit habitacional, ya histórico, que se ha venido recrudeciendo con la falta de mantenimiento y el deterioro extremo de las viviendas en uso. Esta situación ha empeorado con el reciente paso de devastadores huracanes que ha elevado ese déficit de 600,000 a más de 700,000 viviendas sin contar las parcialmente destruidas.
(3) Un déficit de infraestructura básica (situación de las redes de acueductos, alcantarillados, carreteras, calles, drenaje, electricidad, transporte urbano, etc.), históricamente atribuible a una baja tasa de inversión, reparación y mantenimiento, acentuada desde el comienzo del Periodo Especial que se ha agravado a niveles insostenibles por el paso de los huracanes.
(4) Un déficit de servicios sociales (educación, salud y seguridad social), debido primordialmente a una economía no sustentable, que se agrava por dificultades coyunturales, como la disminución de la capacidad de importación debido al incremento en los precios de alimentos, destrucción agrícola provocada por los huracanes, caída del precio del níquel y la recesión mundial.
(5) Un déficit poblacional. La población ha estado disminuyendo desde 2006 en términos absolutos por la baja tasa de natalidad y el constante flujo migratorio, sobre todo de la población más joven, que agrava la situación, teniendo como resultado una población envejecida y menos productiva.

En los últimos 15 años cubanos de todos los sectores ocupacionales y tanto dentro como fuera del país, han hecho valiosas propuestas dirigidas a recuperar la economía nacional, integrarla a los mercados internacionales, y pasar a un nuevo paradigma de sociedad moderna, justa y sustentable, propuestas sensatas y realizables que no afectan el entramado social del país y por tanto no dañarían a los grupos menos favorecidos de la población.

Por otra parte, el argumento de que la isla es una plaza sitiada como justificación al inmovilismo económico y la unanimidad política, ha perdido vigencia. Según las últimas encuestas, la actitud de los cubanos en el exterior hacia Cuba ha cambiado sustancialmente en los últimos años, desde una posición mayoritaria de intransigencia política, a otra mucho más moderada y civil en que la mayoría apoya el diálogo, la reconciliación nacional, la flexibilización o desaparición del embargo y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre EEUU y Cuba.

La elección y toma de posesión de Barak Obama como presidente de EEUU abre una real posibilidad de distensión en las relaciones que eventualmente puede llegar a traducirse en la eliminación del embargo y la restauración de relaciones. Dependerá tanto de Washington como de La Habana expandir las relaciones existentes hasta trascender el conflicto de las últimas décadas. Hoy, pese a las restricciones en vigor, EEUU es el quinto socio comercial de Cuba y su principal suministrador de alimentos.

En este clima de distensión, en aras del cambio hacia un modelo más democrático y participativo que garantice las libertades y derechos fundamentales y propicie mayor bienestar y prosperidad para sus ciudadanos, así como una más efectiva integración a la comunidad internacional, es que invitamos a todos nuestros compatriotas a considerar y tener presente las siguientes propuestas:
1-Las medidas adoptadas por el gobierno cubano, como el reparto de tierras en usufructo, el acceso de la población a hoteles y centros turísticos del país, la autorización para edificar viviendas con medios propios, no son suficientes para enfrentar los grandes problemas estructurales que agobian al país y resulta imprescindible eliminar las fuertes distorsiones provocadas por el control arbitrario de precios, la dualidad monetaria, y las regulaciones estatales que prohíben la compra y venta de bienes muebles e inmuebles.

2-A la luz de los nuevos tiempos solicitamos un indulto general para todos aquellos ciudadanos actualmente encarcelados por abogar por medidas similares a las propuestas en recientes asambleas del oficialismo y que el Consejo de Estado dice considerar, como una nueva oportunidad de reincorporación a la sociedad de todos aquellos cuyas posiciones contestatarias fueron por prácticas que hoy las máximas autoridades del Estado y el Partido reconocen tácitamente como erróneas.

3-La propia dirigencia, al exhortar a la población a expresar abiertamente y sin temor sus desacuerdos con las políticas gubernamentales, reconoce que tal posibilidad era antes inexistente por lo que deben anularse del Código Penal figuras delictivas, como propaganda enemiga y diversionismo ideológico, que castigan las discrepancias.

4-Teniendo presente que el General Raúl Castro admite que la unanimidad ficticia entorpece la percepción y el reconocimiento de errores, debe legalizarse la expresión del disenso de manera permanente y no por excepción ante la celebración de congresos o reuniones que hagan imprescindible esa libertad. Si la justificación para la represión contra los discrepantes es haber utilizado espacios no autorizados porque supuestamente generan inestabilidad, proponemos entonces que se ofrezcan las garantías legales para su expresión, lo que implica:
A. Permitir y auspiciar una Comisión de Derechos Humanos independiente, con autonomía y libertad suficientes para auscultar las violaciones en forma profesional y elaborar informes correspondientes con recomendaciones a las autoridades.
B. Permitir el acceso a Internet y a la prensa independiente local o extranjera y respetar el derecho de acceso a esos medios así como el derecho de expresión en estos y otras formas de comunicación.
C. Abrir los medios de comunicación nacional a la difusión de programas de noticias, de opinión e investigación, donde se discutan las cuestiones relevantes de la sociedad desde diferentes perspectivas y opiniones.
D. Liberalizar el sistema de selección a las candidaturas a la Asamblea Nacional y a otros cuerpos oficiales, de manera que ciudadanos de todas las opiniones, credos y filiaciones, puedan elegir y ser electos sin interferencias partidistas o de comisiones de candidatura a las distintas instancias de poder popular.
E. El Partido Comunista de Cuba, dado el carácter excluyente y unitario y su rígida disciplina, no ofrece espacio a la libre expresión de ideas o propuestas divergentes, por lo que proponemos que se reconozca el derecho a organizar y militar en otras agrupaciones políticas que sustenten diferentes puntos de vista, siendo para ello requisito el reconocimiento de la no violencia y el compromiso a preservar el acceso de toda la población a conquistas sociales como la educación, la atención médica y la seguridad social.

5- Promover la libre gestión independiente de los cubanos en el campo económico, no sólo por ser un derecho fundamental, sino además por ser el medio más eficaz para estimular la producción de bienes y servicios y fomentar el bienestar general de la población.Esto implica:
A. Eliminar las restricciones impuestas al uso de Internet, de información y comunicaciones, así como facilitar el acceso de toda la población a las nuevas tecnologías cibernéticas para que puedan emplearse en el desarrollo de iniciativas económicas y sociales de los ciudadanos, posibilidades que los hará competitivos en una sociedad realmente inclusiva.
B. Liberar a los cuentapropistas y pequeños propietarios agrícolas de los impedimentos que los bloquean así como reducir sus impuestos a niveles razonables para su desenvolvimiento.
C. Vender a precios asequibles a los productores independientes los insumos requeridos para el desempeño de sus labores, lo cual erradicaría una de las causas principales de la corrupción.
D. Permitir a los pequeños productores acceder a los microcréditos de los programas internacionales, así como a recibir y capitalizar las donaciones de familiares y amigos en el extranjero.
E. Conceder a los colectivos de base de las empresas del Estado la participación en la dirección y en los beneficios de sus respectivos centros, cooperativizando las pequeñas unidades y organizando la cogestión en los centros y empresas de mayor magnitud.
F. Decretar y regular la conversión e incorporación a la legalidad de las pequeñas empresas de la economía informal, medida que daría un importante impulso al empleo, la producción y a un considerable aumento de los recursos fiscales del estado y amnistiar a todos los penados por actividades económicas ilícitas.
G. Suprimir la actual discriminación por razón de nacionalidad en la inversión y así permitir la creación de pequeñas y medianas empresas mixtas entre cubanos residentes en Cuba y sus familiares en el exterior.

Sólo abriendo la sociedad cubana y dando participación a los trabajadores en la gestión económica se podrá avanzar hacia una sociedad sustentable y eficiente, capaz de revitalizar y desarrollar servicios hoy en franco deterioro como la educación, la seguridad social y la atención médica. Las medidas propuestas serían suficientes para comenzar a fomentar el bienestar general de la población, ofrecer seguridades mínimas a potenciales inversionistas y a acreedores de la deuda externa, y para generar un ambiente de paz y concordia entre todos los cubanos.Dado a los 21 días del mes de enero de 2009.

Juan Antonio Blanco, politólogo.
Lorenzo Cañizares, sindicalista.
Rolando Castañeda, economista.
Siro del Castillo, artista gráfico.
Haroldo Dilla Alfonso, sociólogo.
María Cristina Herrera, profesora.
Ariel Hidalgo, maestro.
Pedro Ramón López, industrial.
Oscar Peña, activista de derechos humanos.